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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
7
Drama Eve es una joven camarista quien trabaja en uno de los hoteles más lujosos de la Ciudad de México. Las jornadas tan extensas y laboriosas hacen que Eve no pueda cuidar a su hijo mientras trabaja, pero ella esta convencida de que su situación mejorará cuando sea ascendida a un mejor puesto. (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco leía, creo que en una novela de Juan Gómez Jurado, la siguiente frase, más o menos: "caminando en línea recta se llega a pocos sitios" -  Nuestra joven camarista Eve, interpretada sobresalientemente en un alarde de contención y sutileza por Gabriela Cartol, lo intenta de buena fe. Y aunque la fe dicen que mueve montañas no le llega para ascender al piso 42, un cielo donde habitan los dioses privilegiados del Olympo capitalista. Servirlos directamente colmaría sus esfuerzos por elevar su nivel social/laboral, reforzaría su autoestima y demostraría que esos mismos dioses siempre caprichosos, son también justos.

Pero..., ya sabemos y siguiendo con el refranero aquello de: "fíate de la virgen y no corras" o aquello otro de: "más vale caer en gracia que ser gracioso" (estupenda Teresa Sánchez).

Eve, como la inmensa mayoría de profesionales del servicio doméstico tienen que ejercer su maternidad en los niños de otros, renunciando a los propios para paradójicamente poder sacarlos adelante. Años y años de sumisión laboral por un sueldo exiguo y en condiciones poco reguladas las abocan a ser fagocitadas por sus empleadores y sus aspiraciones vitales acaban por condicionarse a las de ellos perdiendo su propia personalidad, para forma parte de una familia, real o empresarial, que nunca será la suya. En el camino podrá recoger las migajas como ese traje rojo que solo significa el trapo para que sigan embistiendo hasta el final.

La actriz y directora de escena mexicana Lila Avilés (1982) dirige su ópera prima, una fábula existencial escrita junto a Juan Carlos Márquez en la que  posa suavemente su mirada en un acto de voyeurismo que nos invita a compartir sobre esta joven y menuda mujer que vive enjaulada como esos hamsters que no paran de pedalear en la infinita noria de toallas, sábanas y productos de limpieza, invisible para la mayoría de aquellos a los que sirve. Avilés utiliza el espacio con sabiduría en los encuadres y deja que los silencios aullen para que Eve se nos acabe mostrando como lo que es, un ser humano con sus anhelos y pasiones. Eve acude a clases para acabar aprendiendo que necesita salir y respirar para poder seguir avanzando. Le deseamos la mejor suerte del mundo.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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