Prometedor debut en el largo de la joven videoartista turca Azra Deniz. Un puzzle caótico generacional formado por cuatro piezas (personajes) que conforman una imágen dínámica de una Turquia centrada en Estámbul cuyo presente y pasado alumbran un futuro incierto pero esperanzador.
Una madre dispuesta a lo que sea por ayudar a su hijo preso en cárceles donde se sigue delinquiendo, una artista activista social, un hombres sin escrúpulos a la hora de explotar la miseria de los más desfavorecidos y forzar la gentrificación y una joven enamorada que sueña con la libertad a través del baile deambulan por un Estambul alejado de las postales para turistas.

La variedad de formatos de los que se sirve la directora y el manejo del tiempo con un montaje liberado de ataduras formales envuelven a una mirada entre el documental y el videoclip cuya influencia es notoria sobre un mundo que lucha por superar sus contradiciones. Aire muy fresco no solo para la cinematografía turca.

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