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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
8
Drama Oum Yazan, madre de tres hijos, atrapada dentro de su casa en una ciudad sitiada en Oriente Medio, ha convertido su apartamento en un puerto seguro para su familia y vecinos, tratando de protegerlos de la guerra. Cuando las bombas amenazan con destruir el edificio, los francotiradores convierten los patios en zonas mortales, y los ladrones entran a reclamar sus terribles recompensas, mantener el equilibrio de la rutina dentro de las ... [+]
10 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ninguna cinta de terror me ha hecho pasar más miedo y vergüenza de pertenecer a una especie tan despiadada consigo misma que las únicas dos películas de este belga de 64 años y quizás alguna de Lars von Trier. Del horror que es capaz de infligir el ser humano ya dio buena cuenta sin ningún tapujo en la brillante y espeluznante "El día en que Dios se fue de viaje" (2009) sobre el genocidio ruandés. Ahora le toca a Siria. Es igual, cualquiera de las dos cintas se acerca con lupa al sufrimiento individual, a la tragedia personal e imborrable de cada una de las victimas de una guerra cuyo dolor queda desdibujado por las estadísticas, por la rutina diaria de constatar que periódica e incansablemente nos matamos los unos a los otros como mandan los dioses a los que invocamos para justificar la barbarie, el abuso y la saña con la que lo hacemos.

Todo transcurre en el interior de una vivienda donde están atrapados todo el espectro generacional de una familia y sus vecinos. Desde el abuelo a un bebé. Una más de las guerras de turno los confina sin escapatoria posible, los convierte en victimas propiciatorias donde descargar toda la maldad que anida acechante en el hipotálamo de cada uno, esa misma parte del cerebro que también nos ayuda a sobrevivir.

La cámara queda recluida como uno más entre habitaciones y pasillos en una atmósfera donde los hechos cotidianos son la última frontera psicológica para afrontar la violencia que revolotea en torno a ellos, detrás de la puerta que ingenuamente guardan dos listones de madera. En este caso el director diversifica el horror entre la espera de la llegada inminente del mismo y el propio hecho violento. Las interpretaciones son excelentes, medidas, con una Diamand bou abboud magnífica.

No sabemos si desear que Van Leeuw no tarde tanto en ejercer de notario de la barbarie con su cine ejemplar. El último plano sobre el rostro plagado de arrugas del abuelo nos confirma que  su vuelta será inevitable.

cineziete.wordpress.com 
ELZIETE
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