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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
7
6,8
61
Documental El viejo F. Scott Fitzgerald dijo que no había segundos actos en las vidas americanas, pero aquí está Elliott Murphy para negarlo. El legendario cantautor que fue eterna promesa y se negó a tirar la toalla nos lleva de gira hoy y aprovecha para revisitar su carrera entera, discurrir sobre éxito, giras, hits que no llegan y tenacidad. (FILMAFFINITY)
8 de octubre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Elliot Murphy (Long Island, New York / 1949). la vida le dio un regalo: no conseguir ser una estrella del rock a principios de los 70. A pesar de que no tuvo muchos problemas para llegar y besar el santo, sobre todo de la crítica que le comparó con Dylan o Lou Reed. Músico, autor de sus propias canciones, novelista, periodista…, sus ventas no respondieron y no fue profeta en su tierra fagocitado entre grandes monstruos como Springsteen o Billy Paul entre otros con los que sin embargo colaboró. Estuvo ahí y pagó el peaje de sexo, drogas y rock and roll como todos. Se libró de llegar a lo más alto o de caer como tantos otros en lo más bajo y tuvo que espera unas décadas para formar parte de la leyenda.

La necesidad hizo que estuviera tentado de abandonar pero no lo hizo. Se trasladó a París y siguió auto editando discos (más de 35), escribiendo, formando una familia… todo ello, alejado de las presiones de las discográficas y de la fama que hubieran recortado el espíritu libre de su alma roquera. Europa lo acogió como un heraldo de más allá del atlántico propio, le convirtió en un autor de culto y hasta el alcalde de París le dio una medalla por su obra. Quizás él lo hubiera cambiado todo por lo que pudo ser y no fue, pero personalmente creo que salió ganando, como persona y como artista.

Sobre todo ello reflexiona el propio Murphy de la mano del madrileño Jorge Arenillas, fajado en el mundo de la televisión que le trata con mucho cariño en este emotivo documental que sigue los cánones al uso con eficacia, bellamente fotografiado por Jorge Carrión y Curro Tardio. Invitados ilustres como el los citados Sprinsteeng o Paul elogian la obra del autentico protagonista, un Murphy entrañable y divertido, permanentemente insatisfecho que a sus 65 años no puede parar de girar, para su público minoritario pero fiel y para seguir siendo él mismo, aunque reconoce que lo más parecido a la felicidad es regresar a casa con su mujer y su hijo con el que colabora profesionalmente.

Las canciones de Murphy acompañado magistralmente a la guitarra por el francés Olivier Durand salpican los minutos en los que acompañamos a ambos en conciertos de pequeño formato en España llenando las salas con un público entregado. Al final uno tiene la sensación que a Murphy le queda aún cuerda y canciones para rato y que él que fue comparado también como el Scott Fizgerald del rock and roll, no hace honor a la frase del propio Fizgerald de que no hay segundos actos en las vidas americanas. Murphy va a por el tercero y en plena forma.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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