Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
9
Comedia Un grupo de turistas americanas hace un viaje por Europa, que prevé la visita de una capital por día. Al llegar a París, se dan cuenta de que el aeropuerto es exactamente igual al de Roma, de que las carreteras son idénticas a las de Hamburgo y que las farolas guardan un curioso parecido con las de Nueva York. En resumidas cuentas, el escenario no cambia de una ciudad a otra. Y ya que no pueden conocer París, se conformarán con pasar ... [+]
27 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jacques Tatischeff (1907-1982) a sus 60 años se encontraba en la cresta de la ola. En la década de los 50 sus tres films anteriores le habían encumbrado, Oscar incluido por "Mi tío" (1958) y su personaje M. Hulot seguía tan despistado como siempre, quizás sin saber que ya era y seguiría siendo un clásico.
 
Así es que Tatí debió pensar, ahora o nunca y frotó la lámpara de su genio con más brío del que era económicamente razonable y nos regaló esta genialidad que acabó prácticamente con su carrera, lo arruinó y perdió los derechos de sus films anteriores, obras impagables y eternas que su productora tuvo que poner en subasta por unos "pocos francos" para como se suele decir salvar los muebles. Y nunca mejor dicho porque los "muebles", el decorado, la llamada Tativille que construyó para esta película que en palabras del propio Tati era la auténtica protagonista lo endeudó irremisiblemente. El escaso éxito en taquilla en Francia y la puntilla de no estrenarse en  USA dieron fin a los tiempos de juego de este niño grande que miraba asombrado a la especie humana y sus cachivaches modernos.

"Play Time" es, te guste el humor de Tati o no, una obra maestra cinematográfica, un inmenso terrario de la absurda y surrealista vida que ha construido la civilización humana. Una abigarrada mirada preñada de sutilezas casi imposible de degustar en un solo visionado. El Señor Hulot cede protagonismo y los elaborados gags se reparten en una coralidad coreografiada al detalle. Nada es lo que parece y todo cobra nueva vida de la mano y del ingenio de su director. El trabajo con el sonido es impresionante, creando lo que Tatí denominó, "profundidad de sonido" consiguiendo que sea este el que dirija la mirada del espectador. Cada una de sus partes es una pieza maestra de un puzzle caótico de espejos deformantes para reírnos de la banalidad de nosotros mismos.

Profética, uno empieza a salivar pensando que habría hecho Tati si hubiera posado su mirada sobre el mundo tecnológico en el que vivimos. La película va sobrada de segundas intenciones y metáforas y su ritmo y duración pueden abrumar y espantar a un público acostumbrado a bufets de "comedia fast food". "Playtime" hay que degustarla y saborearla sin prisas con los cinco sentidos. Y por supuesto cada cierto tiempo volver a hacerlo.

cineziete
ELZIETE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow