Un bastante entretenido film de acción protagonizado por el ahora recuperado Wesley Snipes.

La trama es sencilla pero efectiva, sobre un sanguinario terrorista británico, muy bien personificado por Bruce Payne, que tras ser capturado segundos antes de hacerse una operación de cambio de rostro, logra hacerse con el control del avión en el que iba a ser trasladado para ser ejecutado, con ayuda de un fiel grupo de terroristas, incluida su hermana. Pero estos no cuentan con la presencia a bordo de John Cutter, un experto en seguridad, quien no se quedará de brazos cruzados ante semejante amenaza.

Siguiendo la estela de pelis como Jungla de Cristal, Pasajero 57, nos ofrece una historia sin demasiadas pretensiones mas allá del puro entretenimiento, cargada de tópicos y clichés propios del género, pero bien realizada, con dos protagonistas carismáticos, y bastante llevadera, debido a su sorprendente poca duración, apenas una hora y quince minutos.

En mi opinión, es una cinta que ni engaña ni defrauda, pues ofrece justo lo que promete. Atención a una jovencísima e irreconocible Elizabeth Hurley.

Recomendable sobre todo para amantes del cine de acción.