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España España · Madrid
Voto de Áralan:
5
Serie de TV. Drama Serie de TV (2015). 10 episodios. Ambientada en la Gales del siglo XIV, cuenta la historia de Wilkin Brattle, un caballero del rey Eduardo I que, torturado por los horrores de la batalla, abandona las armas para vivir una vida mucho más tranquila como agricultor bajo una nueva identidad. Sus esfuerzos por huir de la violencia son inútiles y finalmente se verá obligado a aceptar el trabajo más sanguinario del mundo: el de verdugo. (FILMAFFINITY) [+]
7 de octubre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así de simple, regulera.

Y ya lo parece desde las primeras tomas en una batalla (que más bien parece una escaramuza) con unos combates que se suponen que son de esgrima de muerte y no movimientos coreográficos cuyos mandobles, estocadas, paradas, bloqueos y tajos son tan cruentos como irreales. El vestuario, la puesta en escena, la ambientación, la fotografía, la actuación, la dirección, la banda sonora (salvo un par de actuaciones que no son las del protagonista) son bastante mejorables y el argumento es del montón. Lo hemos visto mil veces. A saber: un antiguo soldado decide reformar su vida tras una experiencia mística (ese angelito negro, señoras y señores, no por ser negro, sino por ser ángel al más puro estilo católico y no judío, seres terribles más vengativos que otra cosa estos últimos) o traumática y vivir una vida sencilla de la que le sacan los malos malísimos porque se cargan a toda su aldea, mujer e hijo incluidos.

¿Que es muy gráfica? Sí. Lo normal con esas armas. O no. ¿Que puede un abuelo de 50 años, como poco, aplastar un cráneo de un pisotón sin bota claveteada? Sí, si es el abuelo Hulk. Ni es un sus mejores sueños, vaya. No me molesta en absoluto la violencia, pero es gratuita muchas veces y te saca del momento por lo irreal. Y otros ratos, cuando debería ser cruenta, no lo es: la primera ejecución de una solo tajo es de risa: primero, porque casi nunca cortaban la cabeza en al aire, sino apoyada. Segundo, porque necesitaban más de un tajo. Y de dos. Y de tres. Las vértebras son duras. Tercero, porque la sangre, impulsada por la aorta, debería ser un surtidor a golpes lanzando sangre a dos metros. Pero no, la cabeza, dos segundos después de pasar el mandoble, se desliza plácidamente sin apenas sangre en un corte sin estrías ni colgaduras. Igual en el tercer episodio con la chica joven.

Más coherencia en lo cruento hubiera estado bien.

¿Hay sexo? Sí. De todo tipo. ¿Aporta algo al personaje? Solo a uno para darle matices que ya lo subrayan otras escenas. ¿A la historia? Apenas. Nada, de hecho.

El resto de la historia con sus matices de magia pagana-cristiana y la bruja y el deforme, pues mira: como que me da igual, así como el destino del caballero y de todos sus amigos.

La dejo en el tercer episodio y dedico mi tiempo a series mas interesantes.

Espero que a vosotros os guste más.
Áralan
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