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España España · Madrid
Voto de Áralan:
5
Drama. Romance Jenny, una atractiva y brillante estudiante de 16 años (Carey Mulligan) que vive en un tranquilo barrio londinense, sólo piensa en estudiar para poder ir a Oxford. Pero un día conoce a Brit (Peter Sarsgaard), un tipo seductor de 35 años, que la corteja con cenas elegantes, clubs y viajes con sus divertidos amigos Danny (Dominic Cooper) y Helen (Rosamund Pike). Así las cosas, las convicciones de Jenny se tambalean y se verá obligada a ... [+]
11 de enero de 2010
103 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al comenzar la cinta, los primero que me llamó la atención fue la naturalidad y las impresionantes actuaciones de la chica protagonista (Carey Mulligan) y de su padre (Alfred Molina). Cuando la cinta avanza algo más, sencillamente no me estaba creyendo la evolución de la relación entre este seductor y vividor treintañero con cara de Peter Sarsgaarg y la chica de dieciséis años, que ciertamente aparenta ser muy madura para su edad (es capaz de entablar conversaciones de música, de saber comportarse en sociedad y todo lo que conlleva la vida adulta). Todavía me creí menos la reacción de los padres ante esta relación. Y, desgraciadamente, para variar (¡viva el tópico!), es una relación que desemboca en lo que desemboca.
Mi sentimiento de extrañeza se vio aligerado cuando alguien más listo que yo me dijo que a su abuela la presionaron desde muy joven para casarse con alguien bastante, bastante mayor que ella ya que, aunque una educación básica era bien vista (por muy avanzada que fuese), que una mujer fuese a la universidad era una meta secundaria ante la perspectiva de que un marido te solucionase la vida.
Y esta es la parte que más me gusta de la película: ese dilema tan moderno ante el que una adolescente, asaltada por el glamour, la moda, la fiesta... lo divertido, debe optar entre eso o algo que va a ser mucho más aburrido, va a conllevar más esfuerzo y no tiene beneficios inmediatos: la cultura y la formación personal, precisamente, lo que más me gusta de esta inolvidable chica de 16 años, donde reside la mayor parte de su atractivo.
Ante ello, debe tomar una decisión. Siempre se ha de tomar una, y una detrás de otra, aceptando los errores, aprendiendo de ellos y no culpando a los demás de las elecciones propias (en esta parte casi final de película se comporta, sin duda, como una chica de 16... o menos). Habrá decepciones y alegrías, claro. Ríe o llora entonces, pero sigue adelante.
Y la chica aprende una de esas lecciones que no se enseñan en la escuela y que podía haber sido una de sentido contrario o de otros muchos sentidos.
Una película que merece la pena por la actuación de los personajes y varias partes de la historia, pero que dudo mucho que vuelva a visionar.
Áralan
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