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España España · Madrid
Voto de Áralan:
1
Serie de TV. Documental Miniserie documental de 4 episodios que indaga en el pasado y profundiza en la historia de uno de los escándalos de Hollywood más conocidos: las acusaciones de abuso sexual contra Woody Allen que supuestamente cometió con Dylan, hija fruto de su relación con Mia Farrow, así como del consecuente juicio por la custodia y posterior impacto de la relación entre Allen y Soon-Yi, hija de Farrow. Aunque una vez fueron una de las parejas más ... [+]
22 de febrero de 2021
68 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía Bertrand Russell que debes establecer tus afirmaciones con la contundencia que las pruebas te permitan. Igualmente, Carl Sagan aconsejaba (sabiamente) usar el cerebro para razonar en vez de las tripas.

Bien, pues este documental apela a la tripa y se deja el cerebro en el cajón en el 90% del metraje.

Después de abrir con la intervención ante la prensa de Allen donde dice "Estoy triste porque los medios afines a Mia Farrow hayan publicado declaraciones de ella sobre que estoy cometiendo abusos infantiles", enseguida la propia Farrow tira de sentimiento judeocristiano de culpa y suelta en los primeros cinco minutos: «Es culpa mía por haber traído a este tipo a mi familia».

A partir de ahí, este es el nivel de objetividad que nos encontramos en toda la "investigación" y que no deja de empeorar. Y, no sé otros, yo espero objetividad y datos en un documental, no opiniones y vísceras. Y esto se supone que es un documental serio.

Sigo en zona spoiler desgranando incongruencias y manipulaciones de los episodios.
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En definitiva, este trabajo es muy parcial y tendencioso y no prueba la culpabilidad de Allen ni de lejos. La investigación de la policía no es refutada salvo por especulaciones tanto del fiscal, del juez (los cuales no encontraron pruebas para condenarle pero sí tenían muchas hipótesis no probadas) y de periodistas, opinadores y escritores que no sé qué pintan ahí. No ponen testimonios contrarios como el de la terapeuta Susan Coates, amiga de la familia, cuando Mia le pidió ayuda para parar lo pies a “ese hombre malvado y satánico” y que, meses después, la propia Coates declara durante el juicio por la custodia que llegó a temer por la seguridad de Allen, dado que Farrow estaba, en su opinión, “cegada por el odio” y parecía dispuesta “a cualquier cosa”. "Coates contará después que tuvo la oportunidad de hablar con Dylan y que su narración de los hechos le pareció “poco espontánea” y “de consistencia muy dudosa”. En el tercero intentan refutar el informe diciendo que la transcripción de la entrevista de Dylan en el hospital se destruyó, y que eso nunca pasaba (más sospechas), pero lo cierto es que era el protocolo establecido para preservar el anonimato de los infantes, aspecto que no se menciona (incluso el FBI llevaba allí sus casos por ser el centro más prestigioso). Salen tres especialistas viendo el vídeo grabado por Mia. Sentencian que la niña no parece entrenada. Pero claro, eso no vale mucho frente a nueve entrevistas personales del hospital. Uno de ellos dice que nueve entrevistas con la niña son demasiadas, que nunca se hace. Sin embargo, no considera demasiado los tres días que Mia estuvo grabando a Dylan en completa desnudez, que es sobre lo que basa su "juicio" de que Dylan no estaba entrenada.

Con respecto al ático, ningún testigo ve a Allen allí con Dylan. Solo habla una asistenta y dice que desaparece 20 minutos, pero no que estén juntos. Las otras dos asistentas, que no corroboraron ese testimonio, ni aparecen. No explican cómo Allen, con los hermanos de Dylan, amigos de la familia, dos niñeras y la profesora de francés de Moses allí (y que habían sido aleccionados por Mia que no les dejaran solos) logra zafarse.

Ni siquiera aparece que Mia Farrow se negó a pasar por un polígrafo mientras Allen sí pasó por uno (el del mayor especialista de la ciudad en ese momento, al que recurría el propio FBI, mucho más fiable que el de la policía de Connecticut, por más que diga el fiscal), ni explican por qué Farrow despidió a la terapeuta que le recriminó la forma de grabar el vídeo o a la asistenta que lo vio y a la cual Farrow presionó para que declarara a su favor.

En resumen, no prueba nada salvo que Allen es culpable porque así lo plantea el documental, pero no presenta pruebas, solo hipótesis no demostradas y conjeturas basadas en que que los poderosos siempre se libran. Por supuesto, tampoco hay ninguna prueba nueva. Todo se basa en reinterpretaciones de las viejas. Y nadie, ni siquiera hoy, se plantea reabrir el caso precisamente por eso, porque parece que no hay nada nuevo que poder probar.

Y como no lo hay, pues nos montamos un documental a la medida de Dylan y Mia.

Saludos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Áralan
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