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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
6
Terror Sarah consigue escapar de la cueva. Con amnesia por el shock, será llevada, junto al equipo de rescate y la policía, de regreso en busca de sus compañeras. (FILMAFFINITY)
18 de marzo de 2010
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela de la sorprendente “The descent”, film de Neil Marshall que supuso toda una bocanada de aire fresco para el subgénero del survival- horror. Esta vez el amigo Marshall cede las riendas de dirección a Jon Harris. Éste debuta en la dirección, pero no es un recién llegado; suyas has sido las labores de montaje de films como “Snatch”, “El juego de Ripley”, “Layer Cake”, “Stardust”, “Eden Lake” y la propia “The descent”, entre otras, y eso se nota en el encomiable sentido del ritmo, resultona planificación de escenas y una tensa y conseguidísima articulación de su trepidante intriga.

“The descent, part 2” comienza donde nos dejó su primera entrega: Sarah ha conseguido escapar de los nosferatus con complejo de topo y como resultado del shock traumático de su infernal experiencia, resurge amnésica (recurso facilón para volver a meterla en el agujero voluntariamente, claro). Un equipo se dedica a intentar encontrar al grupo de féminas espeleólogas que descendió al laberinto con la susodicha, a lo que el sheriff del lugar, en un arranque de brillantez inusitada para sus limitaciones intelectuales, decide sumarla a la misión de rescate a modo de guía para que vaya recordando lo sucedido por el camino. Mejor verla con la primera parte fresca en la memoria, sin saber nada más y no ver el tráiler si queremos disfrutar de alguna que otra sorpresilla.

Ni que decir tiene que desde que cogemos el ascensor de bajada a las cavernas del horror, nos espera una inmersión en una pesadilla claustrofóbica y de tintes gore, enmarcada en una incombustible lucha por la supervivencia. La novedad ya es nula, no hay nada nuevo bajo tierra, sino un sucesivo cúmulo de situaciones que, a pesar de resultar reiterativas respecto a su precedente, no pierden efectividad gracias al buen hacer de Jon Harris tras las cámaras. La tensión se palpa en cada fotograma, con esa amenaza latente de los antropófagos monstruos cegatos y esa concatenación de piedra, sangre, desesperación y tripas al aire que supone una gozada para los aficionados al fantastique más bestia. Claustrofóbicos abstenerse.
RandolphCarter
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