Engancha y decepciona.

Engancha porque la premisa te pone morbosamente cachondo.
Engancha porque plantea dilemas morales.
Engancha porque sale la Ceja de España, el magnánimo Calvo, la voz que tendría un toro si le diese por hablar. Luis Tosar, por si vais lentitos.
Engancha porque la trama está hecha para enganchar.

Decepciona porque la premisa se diluye cuando ves que la organización es la enésima vuelta de tuerca a lo mismo (no diré más para no spoilear, pero es la analogía de siempre)
Decepciona porque los dilemas morales se resuelven según le convenga al guion.
Decepciona porque el personaje de Víctor Genovés es más insulso que un yogur de apio y Tosar poco más puede hacer que prestarle su imponente figura.
Decepciona precisamente porque la trama te ha enganchado.

Producción de 10. Muy bonitos los muebles y los Audis. Un Goya para el interiorista. Se nota que Netflix pone la pasta.

Por eso me ralla ver otra serie financiada por una empresa multinacional, multimillonaria, multibursátil y multiorgásmica metiéndote ese tufillo anticapitalista tan de moda en las ficciones españolas. Que a mí me la pela en realidad, es un nicho de mercado. Es como si un grupo empresarial tuviese a la vez dos cadenas de televisión, una de izquierdas (uy, mira, un 6) y otra de derechas (ups, un 3)... Es como si a Willy Toledo le diese un día por interpretar a un comisario. Pero bueno, todos acabamos siendo Favoritos ¿no?

Por cierto este blog también engancha y decepciona, sírvanse: cinenecio.com