Basado en el manga del mismo nombre, el film presenta a Nana Oosaki, una joven que quiere triunfar en el mundo de la música con su grupo, los Black Stones, y de camino a Tokio (donde piensa establecerse), conoce por casualidad en el tren a Nana Komatsu, una joven con la misma edad y nombre que Oosaki, dos jóvenes muy diferentes pero que conectan muy bien y establecen una gran amistad a lo largo de la historia.

El manga, que ya lleva 18 tomos en Japón, es obra de la genial Ai Yazawa (la misma autora del manga Paradise Kiss), mangaka cuya obra (Nana) ha conseguido más ventas en Japón, en subgénero shojo.

La película refleja en imagen real los veinte primeros capítulos del anime aproximadamente (que se hicieron con posterioridad) en unos 120 minutos de duración.
Es muy detallista y minuciosa en algunos aspectos y las interpretaciones no están mal aunque en algunos momentos se me antojan artificiales, planas y poco creíbles, y si a una interpretación le quitas su credibilidad ¿en qué se queda?
El guión es bastante correcto y fiel al manga pero da la sensación de que todo transcurre muy rápido, aunque supongo que es algo normal para alguien que ha visto una serie de 47 capítulos y luego ve condensado en poco más de dos horas veinte capítulos.

La sensación que da el conjunto en esta cinta después de leer el manga o ver el anime es que falta expresividad por doquier a los personajes, una sensación muy lógica teniendo en cuenta que si por algo se caracteriza el mundo del manganime es por la expresividad de sus personajes y las múltiples caracterizaciones estupendamente marcadas de las que hacen gala como norma general los personajes; quizás yo esté influido por ello y haga una mala crítica por ello, comprensión por favor.

Recapitulando, no es una mala adaptación del manga (aunque prefiero el anime), y aunque tiene sus defectos es digna de ver para cualquier fan de Nana; además no deja de ser un aliciente ver a todos los personajes en carne y hueso.