Es de las típicas películas que hablas más sobre la música —mucho country—, sobre la fotografía, sobre los paisajes, etc. que sobre la película en sí y lo maravillosa que es. Que no lo es, es decir, tira más hacia el drama que hacia el thriller porque suspense/thriller hay bastante poco, más hacia los diez minutos finales. Lo demás es cómo montan todo para que desaparezca y cómo siguen con sus vidas para simular el fraude o «hoax» en inglés.

El argumento es bastante engañoso la verdad porque lo de que finge que desaparece y tal, lo que vemos son como dos minutos de cámara de vídeo, de las tipo Go Pro, de deporte, resumiendo un poco lo que pasó de verdad. Poco más. Además de que se pierde uno de los hermanos nada más.

Los actores son: el cinéfilo de la serie «Scream»; Jason Momoa, lo conozco desde hace varios años pero lo tengo más presente por «Hawaii 5.0», no está muy buenorro en esta y yo que pensaba ponerme las botas pues no; el hijo del protagonista de «Falling Skies»; Cary Elwes, «La sombra del vampiro» aunque siempre me acuerdo de «Las locas, locas aventuras de Robin Hood», cuanto mayor se hace, más me pone.