Me ha molestado tener que estar constantemente leyendo los subtítulos de esta película. Claramente está enfocada al mercado internacional, porque no tiene ningún sentido que dos españoles hablen en inglés entre sí, y lo mismo para dos rusos.

La película tiene ritmo, aunque no cautiva. La historia que cuenta está basada en hechos reales, pero tampoco es gran cosa lo que ocurre. De hecho, no conocer la historia es lo que le da un poco de vidilla, porque si hubiese conocido el final, posiblemente me hubiese aburrido viéndola.

Para el público ruso, muy dado a convertir en mito a sus personajes destacados, posiblemente tenga más interés que para un occidental.