Palabras mayores dentro de la ficción patria. Reconozco que cuando la ví era bastante pequeñito, pero desde luego la sensación general que me quedó es de producto adulto y para adultos, serio, bien hecho y bien interpretado. La recuerdo con cariño porque las tramas tocaban temas bastante serios tanto en el mundo general de la abogacía como en la vida personal de los protagonistas, y todos ellos tendían hacia el realismo, con sus oscuridades y tribulacionas. En definitiva, huyó de la ñoñería y el costumbrismo destructivo que ha teñido nuestros mejores años. Pues eso, recomendable serie, decana del género de abogados en televisión.