Lo que vive la niña es una situación difícil y complicada de desarrollar, que puede derivar en demasiados problemas y formas de abordarlos. Hasta ahí parece una buena base para desarrolar el filme.

El cuento de Winton en el que se basa, le da mucho peso al aspecto emocional y al pensamiento de los personajes, en cambio la película no logra despegar en este sentido, en gran medida por actuaciones planas que no convencen. Lo psicológico queda en las sombras y cuando intenta aparecer no envuelve.

Una película sobre el impacto emocional... sin emociones.