Momento... Asalto al cine roza con el documental y si me lo venden como tal, tiene aceptación por parte de su servidor. No obstante la ficción bajo la cual han presentado el trabajo, resulta intrascendente para el subgénero de historias urbanas, aquí ocurre de todo (la típica corrupción, la disfuncionalidad familiar, la camaradería entre los cuates del grupo) y sin embargo queda en una serie de situaciones sin entrelazar, sin un clímax logrado que nos orilla a la indiferencia asegurada.

La familiaridad de este barrio es tanta que puedo afirmar que tiene muchos personajes por captar, bajo género documental ofrece mayor interés, gente con muchos años de habitarlo, trabajadora, inmersa en un ambiente que tiene mucho de la fama que le caracteriza, sin embargo esa no es la última palabra de sus habitantes.

Ejercicio fílmico prescindible.