Con título en español adhoc de lo que conceptualmente es la entrega, "Destinado a amarte" jamás engaña al telespectador, ya que no ofrece indicios de giros inesperados a la historia y se apega diligentemente al melodrama habitual de la chica, esa que ha cruzado en el camino de un joven apuesto y exitoso hombre de negocios, que involuntariamente se verá sujeto al enamoramiento que irá experimentando a largo plazo como situación inesperada, que romperá su propio esquema.

Con una sinopsis que si bien no es del todo original, trata de enganchar al televidente por 20 episodios, de los cuales doce se adentran en situaciones que van de la comedia cándida, al romanticismo, pasando indudablemente por las desavenencias que la pareja central debe afrontar junta o separada.

El apuesto Lee Gun decidido a comprar y reestructurar una fabrica —a la que sus trabajadores se oponen—, en un viaje de éste a Macao se verá amenazado por un posible chantaje planeado por sus opositores al plan de compra, donde brebajes, números de habitación mal colocados y una protagonista incidental en el sitio (Kim Mi Young) serán cruciales en sus vidas. Ella pasará de ser una mensajera de oficina, a ser la señora de familia, mientras que él deberá abandonar los planes con Se Ra —con quien planea casarse— y adoptar un nuevo rol, esperado ansiosamente por su abuela (la matriarca) para consolidar su dinastía.

Aunque su guión tiene todo para ser sólido, a partir del décimo tercer episodio deja de ser interesante y sin ese algo por aportar al género, aun cuando los actores —sobre todo Jang Hyuk—, den pautas de buena interpretación.

Un dorama pasable, que seguro se ensombrece al trabajo argumental de otros.