Para una época en la que la producción de películas era casi nula, Televicine apuesta por una propuesta única que reúne los elementos exactos para un trabajo bien realizado. Con muchos tropiezos de años atrás, la productora sorprende con un trabajo airoso capaz de romper con esquemas y tabúes y llevar a la pantalla grande temáticas que impliquen brujería y budú, tratándose de una empresa (Televisa) preocupada por llevar valores positivos a la familia mexicana.

Un matrimonio peculiar, una tercera en discordia, un psicoanalista y una vidente, conforman una trama asimilable, que te ata de principio a fin gracias a la interacción presente con el espectador y al manejo constante de géneros entre el thriller y el terror, cien minutos llenos de intriga y desconcierto.

Es una película que marca el debut protagónico de Susana Zabaleta y Alejandro Tomassi como el marido trastornado, también cuenta con la experiencia de Delia Casanova quien encarna a la vidente con una caracterización muy apropiada para el personaje. Ricardo Blume, a quien a partir de este trabajo considero se le hace justicia para interpretar mucho más de lo que había podido dar en televisión y así de aquí en adelante poder verle trabajos de mayor veracidad, en este caso el de un psicoanalista preocupado por el buen estado psíquico de su paciente.

Gruener supera tópicos ya conocidos, y prefiere arriesgar con la búsqueda interna de los personajes sueños, obsesiones, proyecciones para encontrar la motivación de sus acciones, generando desconfianza y por tanto fracturas en sus relaciones.

Película de gran relevancia y muy superior a lo que este año presento, Morirse en Domingo, a la que yo agregaría “y de aburrimiento”.