No fue suficiente con la versión masculina y vana de Cuarón, ahora la Tagliavini logro su éxito con la versión femenina, apoyada con una combinación de belleza (indudablemente), naques, guión superfluo y gratuito (ridículo) y con muchas ganas de generar polémica. Su lenguaje soez es lo de menos, la crítica de “Tiempo Libre” se refería a que era una película llena de malos hábitos y plagada de lo costumbrismos estadounidenses. Posiblemente era una afirmación certera, pero ¿hay alguna aportación?

Las Anas han roto la imagen de niñas buenas que les construyeron en el campo televisivo, pero no es suficiente, poner a un striper, a la ñoña, a la vale madre y al pusilánime a cuadro; hay que colocarlos en situaciones coherentes, creíbles, donde la propia crítica sea valida. El personaje de Ana de la Reguera comienza criticando Alicia, la novia de su mejor amigo como mediocre, y realmente, es un guión donde el conformismo abunda y los dobles discursos se encuentran en toda la película.

Parece que a la mayoría de la gente es lo que más les gusta; su paso por las salas no fue tan desapercibido, y la versión femenina del trabajo de Cuarón se logra colar con menos fortuna entre las más taquilleras.

Los dibujos y la analogía que se hace de Alicia en el País de las maravillas es destrozado, y una vez más utilizo el termino bizarro para la descripción de este recurso.