Es lo que rodea a la gente que trabaja en la farándula y con muy pocos ejemplares dotados de talento. Lo importante en muchos casos es imagen y estrategias de mercadotecnia, en una palabra productos para consumir y desecharse cuando la fórmula se termine; las estrellas efímeras y de plástico se cuentan por montones y en “Quiero ser famosa” no está tan alejada de la realidad; las especulaciones de Marva (su protagonista) de Debbie, de manera asertiva: ¿Con cuantos tuvo que acostarse para llegar a la fama y el éxito? cuestiones que rodean a estrellas como Britney Spears, Martha Sánchez, Ninel Conde, entre otras.

Las frustraciones que rodean al "ilustre mortal" como al famoso, son latentes con fastidio, envidia y sentimientos encontrados. Pero no olvidemos otro foco de atención y también común: el padre que quiere ver sus sueños a través de los hijos; tan patético como la mascara utilizada en el filme.

¿Cuál es el precio del éxito? Marva lo pago, a su estilo pero lo hizo; hay otros que el ridículo ante miles de televidentes y a la crítica incisiva será otra forma de cubrir el precio que la fama contrae; el escándalo barato y fabricado; y muchos otras formas de atraer audiencia, como el visto en la película a través del drama familiar, combinado con el concurso de canto y una cámara al asedio.

No creo que fuera para una nominación; es una película de lista (no del montón), con solución rápida y fácil; es un tema que da para más y poco llevado a la pantalla grande; como referencia acá en México contamos con un ejemplar similar: “Un mundo raro”.