Después de "Amor, dolor y viceversa" la película más conocida de Alfonso Pineda Ulloa, éste se aventura a rodar el remake de la no tan afortunada "Al final del espectro", en la cual readapta algunas de las detonantes que conducen a Vega (nombre del personaje en la cinta original y curiosamente apellido del estelar de esta nueva) a permanecer aislada y a dilucidar certeramente el rompecabezas que en la primera versión quedó a la deriva.

Aunque el cineasta busca embrujar a los espectadores, la esencia de la trama continúa siendo cansina, las secuencias son cíclicas, todo el peso recae sobre la mujer y no permite un descanso visual de la penumbra característica de la historia. Además hay personajes como el de la vecina sin definir su rol, incidental o bien esencial para en el argumento.

Cero y van dos, Paz Vega y Rossy de Palma (No sé si cortarme la venas...) a quienes en recientes fechas se les ha invitado a incursionar en el cine mexicano, y los resultados son absolutamente pobres. La que nos concierne jamás debió contemplarse para remake, objetivamente es otra de las películas que supongo el público mexicano omitirá sin pensarlo y la actriz protagónica recordará poco dentro de su filmografía.

El género de horror en México sigue sin dar indicios de buenas producciones y hoy ni los remakes lo sacarán a flote.