Los parlamentos que Patricia Martínez ha empleado dentro de su largometraje se centran mayoritariamente a un léxico bastante moderado (ese que denominan familiar, aunque ya enmarcado en la realidad y dentro del mismo círculo se escuchen mayores improperios), por lo que la palabra “pedo” haciendo referencia a "problema" no se menciona. En cambio (con la flatulencia, digo yo) sí se da comienzo a un episodio de crisis por las cuales atraviesa una familia de clase media baja, la que habita una casona descuidada y que en realidad hace referencia directa al matrimonio como tal.

La guionista y directora enuncia metafóricamente a través de dicha casa, que la familia y el matrimonio merecen atención o de lo contrario lucirá mal, tendrá fracturas, y la situación se tornará a auténtico “pedo”. Este pequeño planteamiento da algo de material para ser aterrizado en el rodaje, el cual en tono de comedia ha logrado más que otras películas que enmarcan a la familia mexicana como un verdadero desorden.

Esta familia adopta los roles a su conveniencia, nadie es inocente y sí la pareja es culpable del deterioro del entorno familiar, pero sobre todo de la relación matrimonial. La desidia y el abuso son señalados de tal forma que no resulta reticente para el espectador y entre situaciones cómicas y drama se refleja el diario acontecer de muchas familias en apariencia felices y con problemas que requieren de atención.

La cartas fuertes para llevar las riendas de la historia: Carmen Beato y Jesús Ochoa, este último desempeña un papel bonachón al que le han tomado la medida y que sin embargo adopta el rol de la cabeza familiar con la solemnidad debida en el momento indicado. Otras personalidades intervienen y enriquecen más el panorama (Lisardo y Giovanna Zacarías).

Aunque partícularmente esa palabra no la empleo bajo ninguna circunstancia, la hago notoria en este comentario porque todo indica que la cineasta quiso traerla a colación directa como una de las acciones que dan inicio a la problemática del día o bien que si se es tolerante, puede considerarse lo chusco en el cierre del mismo.

Cinta para verse una vez en mucho tiempo.