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Voto de Juan Marey:
8
Thriller. Drama. Intriga. Cine negro Película sobre la relación entre un veterano capitán y su tercer oficial. Una serie de misteriosas muertes provocan que el joven crea que su superior está obsesionado con mostrar su autoridad. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2015
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida por un genio del tamaño de Val Lewton, principal responsable del formidable renacer del cine de terror que protagonizó la RKO en los años 40, y que alcanzó su máxima talla con dos absolutas obras maestras del género como son “La mujer pantera” (1942) y “Yo anduve con un zombie” (1943), ambas dirigidas por otro grande, Jacques Tourneur, “El barco fantasma” (1943) es una película dirigida por Mark Robson, un competente director de cine que estuvo al frente de películas tan estimables como “El ídolo de barro”, con Kirk Douglas, “Más dura será la caída”, con Humphrey Bogart, la estupenda y desconocida “La furia de los justos”, con Glenn Ford, o su incursión melodramática en la admirable “Desde la terraza”, con Paul Newman.

Pese a la trabada atmósfera del film de Mark Robson y a su inquietante trama, "El barco fantasma" llama a engaño, no es una película de terror, ni hay nada de fantasmagórico en ella, es una historia que se mueve por los terrenos siempre difusos del cine negro, con hábiles gotas de misterio bien dosificadas por el director. Nos cuenta la historia de un ambiguo capitán de un carguero que asegura tener la vida de su tripulación bajo sus designios y el enfrentamiento que este protagoniza con un nuevo oficial a bordo; a modo de personaje con dos caras, el capitán que se pavonea de sus poderes y su buen hacer en el barco parece tener muy poco aprecio por la vida de su tripulación hasta el punto de que, parece no titubear a la hora de quitarse de en medio a determinados tripulantes.

Superado el shock inicial que provoca una película titulada "El barco fantasma" y en la que no hay ni rastro de espíritus o algo parecido, la película de Mark Robson producida, como ya hemos comentado, por Lewton respeta al dictado, las máximas del cine del productor, atmósfera muy trabajada e inquietante y un marcada ambigüedad sostenida hasta prácticamente, el final de la película, los fantasmas probablemente sean los que acechan la mente del tercer oficial Tom Merrian sobre la actitud del capitán, porque de otro modo no se explicaría el título. Si hay algo de terror en esta película es puramente psicológico pues, a veces, los vericuetos oscuros de la mente humana pueden ser los caminos por donde deambula el horror y en ocasiones, el espacio para moverse es tan estrecho como un barco solitario en un desierto de agua con la sombra del mismo mal acosándote.

En cualquier caso muy buena película de intriga, aunque eso sí, insisto, que nadie espera toparse con ningún fantasma (en el sentido estricto de la palabra) en esta notable producción del gigante Val Lewton. Una auténtica película de cine.
Juan Marey
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