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Voto de Juan Marey:
8
Drama La familia Goretti encuentra trabajo en una insalubre zona pantanosa cerca de Nettuno, en la que tienen que compartir techo y oficios con el autoritario Giovanni Serenelli y su extraño hijo Alessandro. Éste se encapricha con María, la hija mayor de la familia. Tras las constantes negativas de María ante las proposiciones de Alessandro, el violento joven comienza a amenazarle. Estimable biografía de Santa María Goretti, canonizada por ... [+]
6 de diciembre de 2023
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Tal como me sucedía a mi, seguramente la mayoría de vosotros nunca tuvisteis noticias de la vida y de la muerte de aquella muchacha italiana que fue María Goretti, nacida en la pobreza, crecida en la indigencia diaria, del pan duro de cada día y enfrentada a la muerte con asombroso valor. El Séptimo arte fue el que nos rescató del olvido la vida y la muerte de quien fue la santa María Goretti, al cine se debe el conocimiento de la sencilla y conmovedora peripecia que fue la vida de aquella “ragazza” que se enfrentó a la muerte con la más ejemplar entereza para defender su virtud, para guardar su virginidad, para no pecar, para vivir – y morir – acompañada de Dios, que aceptó el martirio para morir perdonando. Fue María Goretti, sin desearlo, dejándose vivir, una lección de humildad y de amor a su prójimo en la aventura diaria de su menesterosa familia o acaso, en el drama de sobrevivir cada jornada, cada noche, en la más áspera y adversa tierra italiana durante el último estertor decimonónico y principios del siglo XX, y es justo celebrar que el cine italiano convirtiera en imágenes la asombrosamente dura que fue la vida, la aventura diaria de aquella familia Goretti en el desapacible marco rural que, entonces, era el campo italiano, la zona pantanosa próxima a Nettuno, en el Lacio, casi frente al mar.

El curtido Augusto Genina dirigió con mucho aplomo esta meritoria biografía sobre santa María Goretti, protagonizada por la debutante Inés Orsini. El cineasta italiano se apoyó en la fuerza de las imágenes y supo medir muy bien los tiempos, para narrar una historia que nos va anticipando la tragedia. Su estilo sigue las pautas del cine neorrealista, iniciado unos años antes por Roberto Rossellini, con la emblemática “Roma, ciudad abierta”. Como la cinta pone de manifiesto, María Goretti compensaba su escasa formación con una gran diligencia a la hora de atender a sus obligaciones y una sencilla religiosidad, se convirtió en un ejemplo de compasión cuando, sin haber cumplido aún los doce años, perdonó a su verdugo antes de morir, después de haber sido reiteradamente apuñalada por él. Por cierto, Alessandro se arrepentiría de su terrible crimen y abrazaría el catolicismo durante su paso por la cárcel, una vez cumplida su condena ejerció como jardinero y portero en un convento capuchino, recibió el perdón de la familia Goretti y fue llamado como testigo en el proceso de beatificación de María, asimismo, estuvo en la canonización de su víctima, oficiada por el papa Pío XII, en 1950.

Conforta que esta película italiana pueda ser valorada por espectadores que ya no la podremos ver en pantalla grande gracias a los soportes que podemos calificar como domésticos, gracias a ellos podemos contemplar las imágenes asombrosas de “Cielo sobre el pantano” y recordar que el cine tuvo realizadores como Augusto Genina, sencillamente geniales. También sería injusto, demasiado injusto, silenciar la mención, el elogio, de la actriz que da presencia al personaje protagonista, a María Goretti, lo hizo una actriz de la cual – por lo menos en España – no se tenía noticia: Inés Orsini, jovencísima entonces, en los últimos años cuarenta, hizo una interpretación del personaje central, de la santa, poniendo de relieve su encanto y su talento, valores que su director supo potenciar, al ver la proyección del “Cielo sobre el pantano”, se percibe esta influencia en Inés Orsini, observad por ejemplo el plano en que esta actriz se entrega a la muerte perdonando, ese plano, con ese leve giro de la cabeza, con ese rostro vencido, es una inolvidable lección de cine, tanto de la actriz como del director.

Por sus altísimas calidades la película obtuvo el Premio Internacional de la Oficina Católica Internacional del Cinema, concedido por la dirección de Augusto Genina, fue también premiada en la Mostra Internazionale Cinmatográfica de Venecia, también fueron reconocidas sus calidades al conseguir el Premio de la Presidenza del Consiglio dei Ministri como el mejor film italiano.
Juan Marey
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