‘Gente que viene y bah’ es el típico producto concebido para rellenar la cartelera española en fechas dónde no haya estrenos muy reseñables. No está mal actuada, en cierta forma no es una mala película, pero es tan sumamente insulsa que es difícil salvarla.

Chica, a la que la va bien todo en la vida, tiene un desencuentro amoroso de consecuencias terribles que hace que quiera volver a sus orígenes. Pero, lo que podría ser una suerte de ‘Primos’, pero en femenino, termina siendo un quiero y no puedo por culpa de su endeble guión, que se ventila de un plumazo todas las tramas secundarias que, curiosamente, eran lo más destacable.

Porque, seamos sinceros, te sabes la historia de amor de su protagonista EN-TE-RI-TA. Pero es que, además, no hay una sola sorpresa que la haga más llevadera. Así, al espectador lo único que le queda es engancharse a sus secundarios, que no tienen casi minutos para poder dar cierre a sus tramas. Caso sangrante el de la estupenda Alexandra Jiménez, que lo solucionan por la vía rápida.

Insulsa y predecible. Quizás, lo más reseñable sea su banda sonora. ‘Gente que viene y bah’ tenía mucho que ofrecer, para lo poquito que da.

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