De alguna forma hay que empezar y el bueno de Denzel Washington comenzó dando los primeros pasos en cine con pequeñas películas en las que aparecía como secundario. Quién le ha visto y quién le ve.

En ‘Black Ghost’, escrita y dirigida por James D. Parriott, tenemos una historia repleta de moralina que además resulta de lo más tontorrona, una de esas películas de tarde vaya. El protagonista es un detective sin clase ni estilo (Bob Hoskins muy a gusto y de lo más simpático) que siente animadversión por la gente de color. Sufre un infarto y, mira tú por donde, le terminan poniendo el corazón de Stone, un atractivo abogado que acaba de morir y que, para rizar el rizo, le había quitado a la novia. Por estas cosas del cine, Stone se le presenta para decirle que, en verdad, fue asesinado, limar rencillas y, de paso, solucionar la intriga de su muerte.

Así, asistimos a una película muy del montón, que poco o nada tiene que ofrecer que no se haya visto en otros sitios mil veces y, desde luego, mejor. Algún chiste con cierta gracia, según lo receptivo que estés y muy poco más que contar.

Para una tarde tonta, puede valer. No la pidáis más.

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