Comedia un poco negra por parte de un director Jean Becker y su actor fetiche Jacques Villeret, que dejan al espectador con sonrisa tímida entre sus labios. No tenemos que compararla con la grandiosa Cena de los idiotas, ni ir a ver esta película con la intención de reír a carcajadas, pues entonces no llegarás a disfrutarla en ningún momento.
Momentos que el film tiene para recordar, con una Josiane Balasko grandiosa, pero en un papel insoportable que dan ganas de estrangularla en varios momentos del film y es que le hace la vida imposible a su marido (Villeret).
Esta película es entretenida y una comedia muy recomendable, que narra la historia de un sufrido marido al que su mujer hace la vida imposible y este es incapaz de defenderse ante varios ataques de la señora.
Pero esto no podía quedar así y el clama venganza, con apoyo de los ciudadanos del pueblo que ven como su mujer lo posterga y maltrata psicológicamente.