El relato de los 3 magos de Oriente (esos reyes de cada confín de la Tierra que llenan de ilusión y alegría a los niños), su adoración a Jesucristo y la persecución de Herodes es una historia lo suficientemente potente y generosa tanto a nivel literario como a nivel simbólico/religioso (lo digo desde el punto de vista creyente) como para conformar un largometraje que, aunque se llevara a la pantalla de manera desastrosa, siempre podría dejar un poso de interés y fascinación en el espectador por el embrujo y la trascendencia que emana.

Y ese poso resiste... pero en cantidades ínfimas. Porque el contar con una buena historia evangélica de partida es lo único reseñable de la cinta (junto con una bella banda sonora).

La animación, vista a día de hoy y estando acostumbrados a otro nivel de factura visual, chirria bastante. Apenas hay profundidad plástica, los esbozos de algunos personajes (caso de la chica joven o los malvados) son sucintos y poco definidos, y estos personajes se mueven toscamente. Se salvan los tres reyes magos que parece que son, evidentemente, en los que se ha puesto más empeño en su diseño.

Por su parte, la trama del viaje de los tres magos (con Herodes como malvado) se adorna con historias accesorias muy toscas en cuanto a construcción narrativa. Y es que se tratan de repetidos tópicos del cine "disneyniano" (esos "malvados", esa "pareja romántica", ese personaje patoso, esas pruebas y luchas...) tan simplificados... que su nula profundidad, evidente previsibilidad y absoluta superficialidad harán reír por sus niveles de patetismo.

Y es que los personajes y sus situaciones se caricaturizan y sintetizan tanto que llegan a resultar insufribles y tediosos para un adulto.

Desde luego esta es una película hecha y pensada para los niños... pero está a años luz de los largos de Disney más anticuados en cuanto a calidad visual y argumental.

Lo mejor: La banda sonora, el diseño del rey Baltasar, los pequeños posos religiosos que se permite.
Lo peor: Todo lo demás. Su simpleza, repetición y vulgaridad en el desarrollo argumental y de los personajes.