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España España · MADRID
Voto de Spark:
3
Drama El joven karateka Daniel Larusso libra su batalla mas difícil cuando el malvado Kreese le arrastra a una complicada situación, al obligarle a defender su título de campeón del torneo del Valley. Su maestro, Miyagi, no está de acuerdo... (FILMAFFINITY)
11 de junio de 2010
22 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera era entrañable. La segunda pasable aunque ya algo redudante. Y esta tercera entrega resulta pedante y ciertamente insoportable el 90% del metraje.

La historieta de siempre se repite ahora ya hasta la saciedad y de forma cada vez más tonta y caricaturesca: matones que persiguen al joven Daniel hasta que éste les reta en el campeonato de Karate del pueblo (se ve que el cansino archienemigo dueño del dojo del pueblo no tuvo sufiente con las humillaciones que sufrió en la primera y la segunda parte). El problema es que esta vez tenemos más ganas de que pierdan los protagonistas (la relación maestro-pupilo resulta ahora de lo más fria, antipática y forzada. Daniel-san está en esta película absolutamente insufrible (Ralph Macchio está terrible y sobreactuado), resulta un Daniel plasta y exhasperante con todo el mundo y con el espectador. El protagonista se ha convertido en un idiota que es todo lo contrario a la primera película. Y el profesor Miyagi (ahora un tanto desagradable y con gracias de vergüenza ajena con las que el guión le ha castigado) también lo está pero menos. El sensei está cada vez más caricaturizado. ¡Ya les vale cargarse el carisma de lo único que sostenía la saga!).

Y es que en "Karate Kid III" el temita del reto y el entrenamiento ya no es tratado con nada de esfuerzo y de cuidado. Es como si hubieran escrito el guión en dos días, los actores actuaran obligados o porque pasaban por allí y John G. Avildsen, que antes se recreaba en bellos paisajes de siluetas en el atardecer con banda sonora oriental, ahora realiza de la forma más rutinaria al estilo del peor cine ochentero que se recuerda. Cualquiera de las dos anteriores son tesoros si se las compara con esta (ya que trataron una historia inocente con mucho más cariño y humanidad tanto en el guión como en la realización).

En fin, un aburrimiento. La historia reincide y se degrada con un tratamiento de lo más pobre (se adivina la situación que pasa al minuto siguente sin esfuerzo), un ritmo lentísimo, una actuación de Ralph Maccio irritante, unas gracias de pena y unos malos malísimo de esos de "¡ja ja ja!" bufonescos. Solo se salvan los pocos momentos en los que el señor Miyagi reparte hostias como si ná, la banda sonora y...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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