Comedia familiar sobre una familia numerosa con 12 niños adictos a la trastada continua y unos padres que no pueden con ellos.

La cinta es muy simple y es básicamente un canto a la trastatada infantil... trastadas que son de lo más vistas y típicas (que si se escapa la mascota venenosa por aquí, que si se rompe la lámpara y las tazas de porcelana por allá, que si se estropea el parqué de la casa, que si molestamos a los vecinos y les destrozamos el jardín, etc). Así que la cosa consiste en meter aventurillas y travesuras infantiles y enseñarnos a unos padres desbordados (Steve Martin y Bonnie Hunt) que tratan de arreglarselas con las tareas del hogar, el trabajo y llegar a fin de mes. El principal dilema de la película se le presenta al personaje protagonista del padre cuando piensa que definitivamente debe elegir si sacrificar su trabajo o a su familia.

En fin, comedia con patrones muy vistos. Con situaciones tontas con muy poquita gracia en su mayor parte, personajes estereotipados (solo en la ciudad hay gente desagradable, en el campo todo es perfecto) donde "los malos" siempre son tontas caricaturas. Y por supuesto no puede faltar su final emotivo, ñoño y llorón que hace apología al amor entre la familia, al saber apreciarla y tal (si me hubieran dicho que esta cinta es de Disney, me lo hubiera creído).

Sin embargo la cosa funciona medianamente bien. Primero porque porque hay un mínimo encanto en cuanto a los críos elegidos, segundo porque algunas de sus travesuras hacen algo de gracia y logran entretener (sobre todo las bromitas que le gastan al personaje chuleta de Ashton Kutcher), tercero porque Steve Martin mantiene el tipo de manera honrosa, y cuarto porque consigue una envoltura agradable que atrae muy en plan "que monos somos todos" con una buena banda sonora, personajes sonrientes y una pedazo casa de colorines.

Tampoco es algo memorable o de carcajada continua, pero es lo suficientemente simpática y al menos no aburre. No se alarga y apenas dura hora y media. Aunque la disfrutarán más los niños al estar protagonizada por críos (y como son doce hay muchas posibilidades de que guste alguno: el macarrilla, el patoso, la pija, el pasota, los gemelos traviesos... y como siempre los hijos mayores, que son en los que se más se centran las pequeñas historietas).

Lo mejor: Que los críos tienen un mínimo encanto.
Lo peor: Algunas situaciones excesivamente simplificadas y típicas.