Largometraje infantil (muy muy muy infantil, avisados quedan) en el que un niño que vive en una ciudad sin plantas ni naturaleza quiere encontrar un árbol de verdad para conquistar a una chica de su "cole".

Reconozco que, después de haber visto "Mi villano favorito" y haberme reído y enternecido con aquel largometraje, mi decepción con esta cinta de los mismos creadores ha sido más de la esperada.

"Lorax. En busca de la trúfula perdida" ofrece fábula moralista "verde" a los niños a través de una historia desarrollada de manera enormemente absurda (rozando el bochorno para cualquiera que supere los 10 años) y con una cadencia mediocre tirando a mala.

Era de esperar un relato desbordado de simpleza (al fin y al cabo la cinta es para niños) y personajes cargados de estereotipos... pero la cinta en ningún momento ofrece ningún otro aliciente para contrarrestar la bobería, y se evidencia el poco esfuerzo puesto en su guión. No hay ni un solo personaje digno de mención, todos son tan insustanciales como insípidos (el bichejo naraja Lorax (que por cierto, apenas sale en el film) es el único rescatable pero tan solo por su diseño animado que le hace achuchable... pero no por la construcción de su personaje); ningún sujeto del largometraje tiene atisbos de carisma u originalidad (y muchos de ellos son bobos, cansinos y cargantes). El humor y el gamberrismo brilla por su ausencia (no se escuchará ni una sola risa en la sala) y los pocos "chistes" son de un fracaso total. Los números musicales son tan nefastos como molestos y las canciones (a excepción de la del final) son olvidables. El prometedor colorido del film tampoco resulta destacable para nada.

En fin. ¿Gustará y entrentendrá a los niños, que es al fin y al cabo, a quien va dirigida? sí; además el largo no ceja en su empeño de transmitir su mensaje ecologista y las bondades de la naturaleza en un argot pueril que se les quedará grabado a los críos; y la tierna mascotita bigotuda que parece salida de Greenpeace les chiflará cada vez que aparezca. Pero si los adultos queremos (ya no emocionarnos, que eso parece exclusivo de Pixar) divertirnos, tendremos que esperar a "Mi villano favorito 2". Afortunadamente el compás del metraje no llega a aburrir (o al menos si aburre, es en poco momentos)... pero su tempo en algunas ocasiones es desatinado y no encaja convenientemente en las escenas haciéndolas incómodas para el espectador.

Desgraciadamente la simpleza del conglomerado desemboca en casi todos sus momentos en una tontería que roza el patetismo, el conjunto tiene repetitivas situaciones de vergüenza ajena para cualquier adulto... y en eso se queda "Lorax".

Lo mejor:...