Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de Spark:
7
Drama Narra la historia del mítico atleta Jesse Owens, el coloso de la velocidad que saltó a la fama en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, cuando dejó al mundo boquiabierto con sus espectaculares marcas que echaron por tierra la teoría de Hitler sobre la supremacía de la raza aria. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2016
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eficiente, emotivo y épico biopic sobre una historia que debía contarse en la gran pantalla sí o sí: la del atleta estadounidense J.C. "Jesse" Owens (Stephan James), un velocista y saltador que rompió todas las barreras de la época, no ya solo a nivel deportivo con record tras record, sino también las barreras sociales y racistas tanto en los Estados Unidos de la segregación racial como en la Alemania nazi donde el veto a los afroamericanos y los judíos era más que probable.

En "Race" estamos ante una cinta que no deja de ser un drama deportivo más de los que cualquier aficionado al cine ya ha visto incontables y claramente mejor descritos y desarrollados que en esta cinta de Stephen Hopkins (solo hay que echar un vista al "Million Dollar Baby" de Eastwood o al "Jerry Maguire" de Crowe); un drama con (de nuevo y van...) otra historia de "superación personal" en la que un deportista comienza en lo más bajo para acabar en lo más alto mientras va reconociendo los valores del esfuerzo, la amistad, la honradez y demás. Esto ya lo hemos visto en cine numerosas veces y con mayor excelencia narrativa, así que "Race" no nos va a contar casi casi nada nuevo.

Y digo casi porque por fortuna en "Race" nos topamos con un largometraje que, además del consabido melodrama de autosuperación personal y deportiva, posee unas cualidades argumentales sobre la situación geopolítica y social llenas de intrigas, dilemas y reflexiones sobre los principios morales y su uso.

Tampoco es que estemos ante una cinta que trate todos estos temas (el xenófobo y racista nazismo y la norteamérica racista) con hondanadas, complejidad e inteligencia (cualquier documental sobre el nazismo resulta mucho más profundo y enredado (más en spoilers) que este tratamiento argumental de tópicos andantes que no se salen de la norma (sobretodo en la aparición de esa banda sonora de terror cada vez que el film viaja a la Alemania nazi (el carácter simplón de la cinta en esos momentos es tan evidente que puede hasta producir la risa inintencionada)); como esos entrenamientos de Owens, esas conversaciones y discusiones entre Owens y su mentor/entrenador o esa relación amorosa del protagonista... situaciones con frases y momentos que no pueden evitar una sensación de deja vú en el espectador más aficionado al Séptimo Arte pero que saben situar al espectador con la suficiente naturalidad y confort en las disyuntivas, emociones y tensiones de sus protagonistas (ya sean esas dudas y dilemas parte de la vida personal de su protagonista o parte de su vida profesional) como para captar la atención y el interés de la audiencia (que incluso puede soltar alguna lagrimilla fácil en los minutos finales del metraje) y que acierta en narrar las negociaciones entre Alemania y Estados Unidos (país que aun no era consciente de lo que se avecinaba a la vuelta de la esquina) y en describir con sutileza tremendos detalles del nazismo y de su gobierno (atención al psicópata de Goebbles y su comodidad como ministro capaz de hacer y deshacer todas sus más retorcidas ideas, atención a las deportaciones de los judíos)... algo que le viene a la trama tremendamente bien, pues lo que se nos narra en esta ocasión es un nazismo que trataba de "suavizarse" de cara a la galería para poder tener unos Juegos Olímpicos mínimamente respetables en el terreno internacional.

Estamos pues ante un guión azarosamente correcto; aceptable en su conjunto (un guión que no pasará a la historia del cine, con mucho tópico superficial que no quedará en la memoria... pero con una adecuada solvencia y cierto mimo en sus dramas sociales y políticos más tenues). Y como la temática de por sí es potente y su relato tiene chicha y enjundia... pues muy mal se tenía que haber descrito la historia de Owens y los J.J.O.O. de Berlín como para haber resultado un desastre en la pantalla, y no es el caso. El libreto del film es aceptable y eso es más que suficiente para dar lugar a una buena y reseñable película que encandila e inquieta (aunque sea levemente).

Eso y su puesta en escena, evidentemente. Porque en "Race" hay oficio en la ejecución. Su fotografía es atildada en todo momento y escoge a las mil maravillas cada filtro y escenario (ya sea en el desvencijado Cleveland o en el pomposo Berlín olímpico). Hopkins en ningún momento se presenta como un autor con un sello intimista característico y ofrece una realización de lo más común... pero también de lo más nervuda, logrando con su elección de planos cerrados (donde no faltan unos buenos picados y contrapicados) y su intenso montaje que el espectador vibre con cada tratamiento racista hacia Owens, con cada carrera de Owens, con cada salto, con cada victoria o derrota a pesar de que sepamos cual será su desenlace. La cinta cuenta además con unas interpretaciones honestas (aunque no carismáticas y memorables) desde un pertinente Stephan James hasta un Jason Sudekis que se luce en el drama sutil como pocas veces (viendo "Race", echo en falta que Sudekis se prodigue más en el drama serio, ¡qué se deje de tanta rom-com bobalicona y preescolar!) pasando por un abanico de secundarios que poco tienen que aportar con sus personajes meramente esbozados pero que cumplen con empeño y habilidad (poco se puede decir a estas alturas de la solvencia de Jeremy Irons y William Hurt, pero aquí también descubriremos el buen hacer de intérpretes germanos como Candice Van Houten, David Kross o Barnaby Metschurat como el perverso Goebbles).

En fin. Se trata de un drama de temática basada en hechos reales muy muy interesante, didáctico y pujante, un drama que es llevado a la pantalla con precisión, elegancia e ímpetu. Es la historia de un deportista que hace frente y sobrevive como puede a una sociedad absurdamente crispada. No es el mejor drama deportivo de la historia del cine, y tiene errores en su tratamiento argumental, pero lo que ofrece es suficientemente notable. Recomendable de ver al menos una vez en la vida.

Lo peor: ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow