Volver a ser niño otra vez y emocionarse con aventuras de descubrimientos misteriosos con magia, humor y villanos imaginativos. Eso es lo que ofrece "Matilda", la adaptación de la novela de Roald Dahl del mismo nombre que encantará a niños... y a adultos que disfrutaron en su día con la buena literatura infantil (sobretodo con la de ese gran maestro que fue Dahl, cuya pericia a la hora de narrar aventuras para niños cargadas de humor, magia y sentimentalismo no es comparable con nadie).

Así que, como dice la canción, "todo está en los libros". Y esta película es buena porque se centra en adaptar el relato de forma fidedigna y leal... cosa que se agradece, ya que el punto fuerte de la historia de Matilda está en la novela (y sería muy difícil estropear un libro tan gustoso por muy mala que fuera su puesta en escena). En este caso su puesta en escena es sencilla pero acertada, con una narración agarrada a una banda sonora enérgica, con un gran uso de la voz en off y de los planos cerrados para identificarse con sus personajes (excelente uso del contrapicado para observar a los personajes malvados), unas localizaciones de fábula de envoltura amable y fascinante, y un buen montaje y movimientos de cámara siempre acordes al ritmo de la historia. DeVito acierta al escoger una adaptación simple pero dinámica y cargada de gracia, ternura y cariño hacia el libro, y que basa su punto fuerte en la buena historia original (que solo con plasmarse en pantalla ya lo tiene todo) y el buen hacer de sus actores con una niña muy maja, una villana de envergadura (temida directora de colegio y campeona olímpica en lanzamiento de niño) y un Danny DeVito que junto con su esposa en la vida real logran unos personajes de lo más caricaturescos a la par que carismáticos.

En fin, se capta el maravilloso espíritu de la novela sobre esta niña empollona y superdotada que no encaja ni es querida dentro de su familia de vagos de mala calaña, pero que saca algo muy bueno y muy mágico de todo malo. Se mantiene el genial humor desvergonzado del libro lleno de personajes y situaciones estrambóticas típicas de la imaginación de un niño donde el miedo y terror se disfraza de aventuras fantásticas, un humor sobre el materialismo y la estricta educación inglesa de la época que sirve también como vehículo de denuncia adulta a ciertas actitudes de la sociedad a la par que sirve de entretenimiento infantil.

En definitiva nos encontramos con película infantil de aventuras bastante buena, en la que como siempre tenemos a un niña que tendrá una misión apasionante que cumplir contra una serie curiosos malvados. Entretenida, simpática y agradable, con situaciones para el recuerdo tanto para el niño como para el adulto provenientes de la novela, y con una dirección que, aunque tampoco destaca por tener un sello muy personal, resulta bastante útil.

Lo mejor: Que explota el relato original de Dalh con mucho tino.
Lo peor: Que se alarga un pelín en el desarrollo de su primer acto.