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Voto de Feng Lanzhí:
8
6,2
790
Drama. Romance
Madame de La Pommeraye (Cécile de France) se retira de su reclusión debido a la muerte de su marido, siendo seducida por el Marqués de Arcis (Edouard Baer). Cuando su romance con el lujurioso marqués da un giro inesperado, la rica viuda trama un plan para vengarse con la ayuda de una joven (Alice Isaaz).
25 de noviembre de 2019
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madame de la Pommeraye siempre tuvo una sonrisa encantadora. Tras su relación con el adinerado marqués de Arcis, no dudó en mantener una buena amistad con él, a pesar de que el hombre, famoso por sus costumbres disipadas, le prometió un amor sublime que fácilmente se desvaneció.
Su amiga más cercana le advirtió entonces del carácter libertino del marqués, pero sus exquisitos modales y lenguaje apasionado la convencieron de que ella sería la mujer que el marqués siempre deseó como compañera.
Entre hermosos jardines e impecables salones transcurre esta historia, inspirada en una novela de Denis Diderot, filósofo del siglo XVIII que no conoció la Revolución Francesa, y que probablemente sería despreciado como un pensador del viejo régimen por los nuevos revolucionarios. Lo cierto es que su obra mantiene todo su prestigio.
La trama es sencilla, pero termina tocando muchos temas: la infidelidad, el arte del engaño, los límites de la venganza, el egoísmo, el perdón…
Cinco personajes creíbles y perfectamente interpretados, sostienen esta historia de venganza. Genial Cécile de France.
Su amiga más cercana le advirtió entonces del carácter libertino del marqués, pero sus exquisitos modales y lenguaje apasionado la convencieron de que ella sería la mujer que el marqués siempre deseó como compañera.
Entre hermosos jardines e impecables salones transcurre esta historia, inspirada en una novela de Denis Diderot, filósofo del siglo XVIII que no conoció la Revolución Francesa, y que probablemente sería despreciado como un pensador del viejo régimen por los nuevos revolucionarios. Lo cierto es que su obra mantiene todo su prestigio.
La trama es sencilla, pero termina tocando muchos temas: la infidelidad, el arte del engaño, los límites de la venganza, el egoísmo, el perdón…
Cinco personajes creíbles y perfectamente interpretados, sostienen esta historia de venganza. Genial Cécile de France.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El tramo final es brillante.
La llegada al prostíbulo es traumática para madre e hija, pero solo la chica tiene el valor de confesar la verdad.
Cuando el marqués ya se ha marchado horrorizado, la madre exige explicaciones a su “benefactora”, amenazándola con una botella rota en la mano.
“¿Y el honor de mi hija, que prometisteis salvar?”
“¿No es un gran honor haber sido mis cómplices? Vos que fuisteis traicionada por un hombre, regocijaos de haber participado en tal iniciativa. Si todas actuaran como nosotras, el honor de ser una mujer sería mayor”
Curiosa justificación de sus actos, la guerra de sexos, cuando su plan también fue traicionero y cruel con dos mujeres, a las que manipuló fácilmente debido a su situación precaria.
La figura triste e inocente de la joven Mademoiselle de Joncquieres resplandece en la parte final. Podía haber protagonizado un final trágico (de hecho, hay un plano que golpea al espectador), pero prefiero el desenlace elegido.
La llegada al prostíbulo es traumática para madre e hija, pero solo la chica tiene el valor de confesar la verdad.
Cuando el marqués ya se ha marchado horrorizado, la madre exige explicaciones a su “benefactora”, amenazándola con una botella rota en la mano.
“¿Y el honor de mi hija, que prometisteis salvar?”
“¿No es un gran honor haber sido mis cómplices? Vos que fuisteis traicionada por un hombre, regocijaos de haber participado en tal iniciativa. Si todas actuaran como nosotras, el honor de ser una mujer sería mayor”
Curiosa justificación de sus actos, la guerra de sexos, cuando su plan también fue traicionero y cruel con dos mujeres, a las que manipuló fácilmente debido a su situación precaria.
La figura triste e inocente de la joven Mademoiselle de Joncquieres resplandece en la parte final. Podía haber protagonizado un final trágico (de hecho, hay un plano que golpea al espectador), pero prefiero el desenlace elegido.