La película arranca fuerte, con la imagen de Ondina siendo abandonada por su amante en la terraza de un bar. De repente, cuando Johannes se va a marchar, ella amenaza con matarlo y nos deja la impresión de una mujer profundamente desequilibrada. Pero es lo que los dioses exigen a una ninfa traicionada. Su amor debe ser sincero y eterno, y no hay segundas oportunidades.

Una imagen poderosa es la de Ondina siendo arrastrada en las profundidades del lago por el enorme siluro que habita esas aguas. Es el primer aviso para la ninfa, que debe cumplir su pacto y volver a su mundo.

El regreso de Johannes para intentar seducir de nuevo a Ondina es recibido con una sonrisa triste de ella, que no se cree ni una palabra. Johannes (un acertado Jacob Matschenz), parece querer disfrutar de dos mujeres a la vez.

El aviso definitivo es la llamada telefónica imposible de Christoph, hablándole del encuentro fugaz que tuvieron con Johannes, mostrándose celoso y llamándola mentirosa. Los poderes del lago le tienen amenazado de muerte y Ondina solo podrá salvar su vida si cumple el pacto sagrado. Tarda en darse en cuenta de que ya no tiene escapatoria.

Buena secuencia el ataque de Ondina a Johannes en la piscina. Más bella que nunca pero letal.

Tras su derrota, Ondina desea despedirse de Christoph y lo hace bajo las aguas, dejándole el recuerdo de un amor imposible.