Una agradable sorpresa esta historia de misterio en torno a un cadáver calcinado. Presentaba un guion consistente, con buenos diálogos y personajes secundarios interesantes. En un reparto bastante desconocido destacaba la presencia de la elegante Jean Rogers, quien desde jovencita había “reinado” en películas de serie B junto a Charlie Chan o Flash Gordon. Junto a ella se encontraba Larry Blake en el papel del teniente McMullen (muy duro en su trabajo, pero acorralado por su familia cuando se trataba de jugar al béisbol), su lugarteniente y amigo, el socarrón sargento Carey, la graciosa criada Dorothy (divertida su fallida cita romántica en el restaurante chino), dos abogados con algunos secretos que esconder, un violento prófugo de la justicia y su amante, Marian, una conocida de la policía. Recomendable para los aficionados a las novelas policiacas.