Me quedo con la versión de 1995, con Robin Williams, mucho más original en su planteamiento y temática, y con una historia más trabajada que esta nadería.

Aun así, se puede ver (y tiene algunos buenos gags, más allá de lo que aparece en el trailer), si no tienes sentido del ridiculo. Lo mejor sin duda la autoparodia de los videojuegos y sus personajes. Estamos ante una película ligera, tontorrona y sin pretensiones, que los niños disfrutarán y cuyo visionado no molesta (salvo que mires el bolsillo, lo que no ha sido mi caso).

Si ver el trailer no te espantó, y no te importa la ausencia de guión, ni la falta de ideas novedosas, ni lo estupido de esta innecesaria readaptación, esta puede ser tu película. Previsible de principio a fin, estamos ante un vehículo para el lucimiento exclusivo de La Roca, en el que Jack Black ejerce de mero comparsa (aunque se entone algo en la segunda mitad del film), y en el que el malo maloso es de lo más soso y estupido, y uno de los peores villanos que he visto en años.

Por lo menos no estamos ante personajes unidimensionales, pues tienen su gracia y saben reírse de sí mismos, de tal forma que, a pesar de la inicial falta de química, van ganando peso con el transcurso de la historia. El final, previsible desde el principio, cierra con armonia este sucedáneo, que en ningún momento se acerca a su predecesora, y tiene unas marcadas pautas de cine infantil tragapalomitas.

Disfrutarla en un preestreno, sin pagar, ayuda a juzgarla con benevolencia y cierto cariño por sus personajes, sobre todo por los jóvenes actores que encarnan a los protagonistas fuera del “videojuego”. Entre estos, merece la pena destacar a Alex Wolff, que interpreta a Dwayne The Rock Johnson fuera del videojuego, que apunta muy buenas maneras de cara al futuro, y al que se le ve francamente suelto en esta película.

Le he puesto un 5 .... pero podría ser un 4 si nos ponemos estrictos ... o un 6 si nos ponemos espléndidos o si la valoramos por lo que disfrutaron los niños.