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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Giskdan:
1
Drama Paul Javal (Michel Piccoli), un dramaturgo francés, acepta reescribir algunas escenas para "La Odisea", una película que se va a rodar en Capri bajo la dirección del renombrado director alemán Fritz Lang (Fritz Lang). En un primer encuentro con el productor norteamericano, el arrogante Prokosch (Jack Palance), el escritor deja que su mujer, la bella Camille (Brigitte Bardot), se vaya en el coche con el productor a la finca de éste. Este ... [+]
9 de noviembre de 2012
17 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
El desprecio de Jean-Luc Godard por los espectadores de sus films, o si usted lo prefiere, su afinidad por hacer en sus pelis lo que más le gustaba y le interesaba con total desconexión de cualquier demanda o deseo del público del otro lado de la pantalla, fue a la vez su virtud y su defecto durante toda su carrera.

El resultado de su auto-paja mental cinematográfica estaba dado por el estado mental: Godard masturbandose relajado y juguetón daba como resultado pelis deliciosas como Banda Aparte, Pierrot o Una Mujer es una Mujer. Godard masturbándose reflexivo y pretensioso desembocaba en truños infumables como "El Desprecio".

La ¿historia? que nos presenta aquí es la de un guionista franchute cuya hermosa esposa modelito digna de almanaque, llega a la conclusión de que su marido la ha entregado como parte de pago durante las negociaciones con un productor.

Aunque el film está basado en una novela, es inevitable trazar el paralelismo con Godard y su bella esposa, y preguntarse si Jean Luc no está confesando haber alguna vez entregado el rosquete de Anna Karina a cambio de financiación. Hombre, la Bardot era medio apática, pero por la Karina yo le hubiera producido una saga entera, más larga que Saw y Viernes 13 juntas.

Cinecittá, plomos superficiales discutiendo y peleándose sin parar, Jack Palance haciendose el banana, Fritz Lang representandose a sí mismo y enarbolando frases y reflexiones pretensiosas... Un cóctel de tedio y aburrimiento para una película que te venden como una gran obra, pero que en realidad toda la repercusión que tuvo se debió a la colita al aire de la Bardot con su bandana negra, las pompis que se llevan la mayor parte de la atención y del metraje.

Una imagen que el autor de esta crítica conocería muchos años antes de ver la película, siendo recreada por Pamela Anderson para la famosa producción de Playboy, a la que tantas tardes de ebulliciente adolescencia le ha dedicado. Pero ustedes no quieren saber eso.
Giskdan
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