Paula de Luque, la nueva Wes Craven, logra en sólo 110 minutos componer a uno de los icónos del horror más espeluznantes del cine moderno. Ni Jason, Freddy Krueger o Jigsaw logran crear más pavor que este escuálido hombre-pinguino de mirada tan torva como torcida. Néstor - o "Él" en su encarnación sobrenatural - es un ex-político ya fallecido que se le aparece a sus víctimas si estas repitén tres veces "Perón" frente al espejo.

Interpretado por el gran actor del cine argentino Tristán - nominado a mejor actor en el festival de Sundance por "Maestro de Pala" y premiado con el Oso de Oro en Berlín por "Enfermero de Día, Camarero de Noche" - "Nestor Kirchner, la película", es un falso documental en la tradición de "El Proyecto de la Bruja de Blair" o "Rec", que esconde una película de horror pensada para producir escalofrios en el espectador. En este caso se trata del primer falso bio-topic de horror, algo inédito para el cine mundial.

La presente es la segunda versión de este clásico instantáneo. La primera, dirigida por Adrian Caetano, no llegó a estrenarse porque el director se bajo del proyecto. Algunos necios aseguran que forma en que se bajó, fue de una patada en el orto que le dieron porque su documental no era lo suficientemente adulador hacia la figura del personaje principal, pero todos sabemos que eso es mentira.

Su reemplazante, Paula de Luque, tiene un perfil cinematográfico mucho más definido. "Mi estilo está lejos del de Cecille B. DeMille o Billy Wilder; me identifico más con Joseph Goebbels", declaró en una entrevista.

Paula logra un éxito que es estrenado en la friolera de 120 salas, haciendo sentir celosos a "Los Vengadores" y "El Hobitt". Los detractores de este film aseguran que, usando dineros públicos, se regalaron montones de entradas a agrupaciones políticas, y que si asi no fuera no la hubieran ido a ver ni los parientes de los realizadores.

Según el crítico argentino Diego Batlle, "el documental de Néstor Kirchner apenas convocó a 17.011 personas en su segundo fin de semana, una paupérrima cifra si se considera la elevada cantidad de copias que todavía se exhiben –noventa, a la par de un "tanque" de vacaciones de julio– y el apoyo mediático-gubernamental con el que contó la cinta incluso desde su etapa de preproducción".

Para mantener el rigor documental, la película presenta a todos los testimonios y declaraciones en voz en off, y sin ningún texto que identifique a cada locutor. Al fin y al cabo, a quien le importa quien mierda dice cada cosa, mientras que hable loas del gran Néstor Krueger.

Vayan en masa a ver esta obra maestra del cine, e ignoren a críticos como Gustavo Noriega, que declaró que es "una película que tiene más que ver con la propaganda que con el cine... ...un spot del entretiempo del Fùtbol Para Todos estirado para mostrar a una figura idealizada, sin sombras, sin contradicciones. Peor que una propaganda de detergentes".

No le hagan caso, este tipo no sabe nada de films de terror. No puedo esperar para ver las secuelas: "Nestor 2: La noche en que ÉL volvió a casa!" y "Nestor 3: en el cuarto oscuro, nadie escuchará tus gritos".