Soy un gran cinéfilo y, evidentemente, cuando veo este tipo de películas, he de separar la parte cinematográfica de la parte humana. Lo primero que me gustaría resaltar es que se trata de un bellísimo homenaje a las personas que fallecieron en aquel espantoso atentado, verdadera crueldad sin paliativos. En este telefilm, honesto, profesional y fiel a los acontecimientos ocurridos, hecho con presupuesto muy ajustado, vemos unos actores que están maravillosos y entregados a dar lo mejor de sí mismos, bajo un dirección muy acertada y con una banda sonora que rebosa calidad humana.

Resulta extraordinarimante difícil hacer una película de estas características sin herir la sensibilidad de nadie, sin faltar el respeto a nadie, en definitiva es difícil contentar a todas las partes. El relato está lleno de ternura, no proyecta odio hacia nadie, cuando no faltan motivos para hacerlo, la narración es buena, cronológica, basada en un sencillo guión. Por todo ello, creo que es una película muy emotiva, buena en muchos aspectos, que cumple su objetivo de contar lo que allí ocurrió en diciembre de 1987, de ser un testimonio a futuras generaciones.

Las carencias cinematográficas que pueda tener, pasan en mi humilde opinión, a un segundo plano pues el objetivo está logrado con creces. Si les digo la verdad, me ha conmovido mucho.

Mis más sinceras felicitaciones a todo el equipo artístico y técnico. No puedo acabar este texto sin enviar mis condolencias a todas las víctimas del terrorismo de ETA y sus familiares, en especial a las de este atentado tan canalla. Aunque sea 32 años después...