Vemos una película biográfica en la que simplemente se narra una sucesión de hechos sin provocarnos ningún tipo de emoción o sentimiento. La película se hace lenta y en muchos casos aburrida, sólo se muestra atractiva por la historia que se cuenta en sí.

Todo esto se demuestra, por ejemplo, en las relaciones sentimentales de Nostradamus. Y es que las tres relaciones se tratan de la manera más rápida y fría posible. Ya sólo observemos el detalle de como empieza cada una: salvo la primera, en la que hay alguna muestra de sentimientos en la pareja antes de que comiencen a ser pareja (sólo alguna), las demás son en plan "te veo, me atraes, vamos a la cama". Ni más ni menos.

En la película parece que el único interés que se tiene es mostrarnos dos cosas: que Nostradamus fue un médico moderno y, por lo tanto, polémico con el orden establecido, y que comenzó a tener visiones futuras que le motivaron a escribir sus profecías, dando a entender al principio que podía ser motivado por una droga que tomaba. Es más, de todas las visiones que llega a tener, el 80% están relacionadas con el nazismo y la segunda guerra mundial, no se sabe muy bien por qué.

El caso es que todo lo que se sale de esas dos cosas pasa sin pena ni gloria, de manera rápida y superficia; y lo que trata de él como médico y visionario, es frío y repetitivo. Además las interpretaciones dejan bastante que desear. En conjunto resulta un telefilm flojito.