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España España · Mexico
Voto de Alfie:
8
Cine negro. Drama Duke Martin es un gánster que planea atracar, con la ayuda de su amante, la peluquería donde ella trabaja. El local no es más que la tapadera de una casa ilegal de apuestas. Durante el atraco, algo sale mal y un policía es asesinado. Duke se las ingenia para que la policía sospeche de Steve Ryan. Será la hermana de Steve quien decida investigar por su cuenta para desenmascarar al verdadero culpable. (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2010
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supuso el paso de Mann por el cine negro un recorrido muy interesante en donde el director americano ejerció una importancia vital para el desarrollo del mismo. Como ya hiciera en otros géneros, el cineasta propone una visión renovada donde el realismo de lo contado supera cualquier estrategia o trampa cinematográfica. Es decir, sustentándose en las reglas del más sucio y oscuro serie b retrata a la convulsa sociedad de finales de los cuarenta haciéndolo además desde todas las perspectivas posibles y jugando magníficamente con el triángulo policía-hampa-sociedad.

Quizás, del puñado de películas que Mann filmó (“Raw Deal”, “Desperate”, “T-Men”) o fue partícipe (“He Walked By Night”, “Follow Me Quietly”) entre 1947 y 1950, año en que se estrenó su primer gran western (“Winchester 73”), es esta “Railroaded¡” la que mejor conjugó ese triángulo del que hablaba antes con el excelente universo putrefacto y sórdido que directores como Ulmer conseguían crear. No extraña pues señalar que la productora de la inolvidable “Detour” y el film que nos ocupa sea la misma: Producers Releasing Corporation.

Con el metraje corto de costumbre, todo comienza en una peluquería donde el hampón Duke Martin, junto con otro compinche, atraca lo que después se descubre como una casa de recaudación de apuestas camuflada. Duke contará con la ayuda de Clara Calhoun, una alcohólica a la que domina y que trabaja allí como peluquera. Lo que continúa no es nada nuevo: el atraco sale mal, muere un policía, el compinche también y todo es preparado por Duke y Clara para que la acusación recaiga sobre del joven Steve Ryan, un inocente mecánico que vive con su madre y con su hermana. Será ésta última la que comenzará, tras la injusta acusación y junto con el detective Mickey Ferguson, la búsqueda desesperada de la verdad. Como ven el elenco de personajes retratados es enorme. Mann también tiene tiempo para dar un toque sentimental a su trama, pero siempre en un segundo plano y más bien para poder jugar la baza del final feliz. Resulta sin embargo más resaltable la portentosa fotografía de Guy Roe cuya utilización de luces y de sombras y su juego con la profundidad de campo eleva la cinta a un nivel magnífico visualmente hablando.

Años prolíficos de Mann en el noirstyle y que darían paso a la etapa más gloriosa del director con sus inolvidables westerns y sus épicas históricas. Este corto e intenso período (tres años), aunque menos espectacular y conocido que el que le continuo, posee sin ninguna duda los aspectos más personales del director en un ámbito donde la libertad creativa y ausencia de recursos dieron luz a la mejor época del cine americano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alfie
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