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Voto de Alfie:
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Cine negro. Drama
Un detective privado, que casi vive en la miseria, descubre un día que lo están siguiendo. Tras acorralar a su perseguidor, averigua que actúa a las órdenes de un antiguo socio con el que acabó enemistado. Poco después se ve envuelto en un calculado plan de asesinato. (FILMAFFINITY)
5 de febrero de 2010
35 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué es el noirstyle? Ante esta pregunta la respuesta es clara. Lean, busquen e infórmense y verán que conceptualmente no hay ninguna duda al respecto. Resumiendo, digamos que es una hoja de ruta impuesta por la novela policíaca americana de las primeras décadas del siglo XX donde la puesta en escena, los personajes y la narración cumplen unas normas propias y muy singulares. Sin embargo, cuando nos enfrentamos al concepto noir en el cine la cosa se complica. Y se complica por la propia idiosincrasia de este arte que se nutre de tantos estilos y de tantas influencias que a veces encasillar a un filme en un determinado movimiento o género resulta harto complicado.
Así nos encontramos multitud de cintas de la época que contienen rasgos característicos del cine negro pero que no pertenecen estrictamente al él. Podemos recordar westerns como “Pursued” de Walsh, dramas como “Human Desire” de Lang, policíacos como “Touch of Evil” de Welles, melodramas como “Possessed” de Bernhardt o cine de gángsters como “White Heat” también de Walsh. Pero todas estas cintas indudablemente no son cine negro puro. A éste, por el contrario, si pertenecen con todas sus consecuencias “The Big Sleep” de Hawks, “The Maltese Falcon” de Huston, “Out of the Past” de Tourneur o esta que nos ocupa “The Dark Corner” de Hathaway.
Fíjense en el patrón a seguir: se abre la escena. Oficina de un "private eye" en LA o NY preferentemente. A nuestro detective se le ve al límite o muy cerca, tanto en lo personal como en lo profesional, cosa que no le impide tener una bonita secretaria que suele estar enamorada de él. Lleva unos cuantos días durmiendo en el sofá de la oficina y hay unas cartas de la casera en el suelo reclamándole la renta del alquiler desde varios meses atrás. El bourbon en el primer cajón de la mesa y el cenicero rebosante de colillas no pueden faltar. Y entonces aparece una femme fatale proponiéndole un caso a todas luces raro y complicado sobre la desaparición de su marido, un familiar o un objeto valioso, o bien un matón a sueldo u otro elemento de dudosa reputación con asuntos pendientes de un pasado no muy lejano. Evidentemente ambos casos se complican hasta poner a nuestro detective al borde del abismo. La trama se resolverá entre clubs, donde una orquesta ameniza con una preciosa música, los barrios bajos de la gran ciudad y apartamentos mugrientos y poco glamurosos. ¡Ah! Y la policía llegará cuando todo esté resuelto, claro.
(sigue en el "spoiler" sin desvelar partes del argumento)
Así nos encontramos multitud de cintas de la época que contienen rasgos característicos del cine negro pero que no pertenecen estrictamente al él. Podemos recordar westerns como “Pursued” de Walsh, dramas como “Human Desire” de Lang, policíacos como “Touch of Evil” de Welles, melodramas como “Possessed” de Bernhardt o cine de gángsters como “White Heat” también de Walsh. Pero todas estas cintas indudablemente no son cine negro puro. A éste, por el contrario, si pertenecen con todas sus consecuencias “The Big Sleep” de Hawks, “The Maltese Falcon” de Huston, “Out of the Past” de Tourneur o esta que nos ocupa “The Dark Corner” de Hathaway.
Fíjense en el patrón a seguir: se abre la escena. Oficina de un "private eye" en LA o NY preferentemente. A nuestro detective se le ve al límite o muy cerca, tanto en lo personal como en lo profesional, cosa que no le impide tener una bonita secretaria que suele estar enamorada de él. Lleva unos cuantos días durmiendo en el sofá de la oficina y hay unas cartas de la casera en el suelo reclamándole la renta del alquiler desde varios meses atrás. El bourbon en el primer cajón de la mesa y el cenicero rebosante de colillas no pueden faltar. Y entonces aparece una femme fatale proponiéndole un caso a todas luces raro y complicado sobre la desaparición de su marido, un familiar o un objeto valioso, o bien un matón a sueldo u otro elemento de dudosa reputación con asuntos pendientes de un pasado no muy lejano. Evidentemente ambos casos se complican hasta poner a nuestro detective al borde del abismo. La trama se resolverá entre clubs, donde una orquesta ameniza con una preciosa música, los barrios bajos de la gran ciudad y apartamentos mugrientos y poco glamurosos. ¡Ah! Y la policía llegará cuando todo esté resuelto, claro.
(sigue en el "spoiler" sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Este es el espíritu de Chandler y de Hammett, los impulsores por excelencia de la novela negra. Y esto es lo que cumple a la perfección “The Dark Corner”, una grandísima película con una sólida dirección y con un elenco interpretativo de primera línea en la que destaca al asombroso Willianm Bendix, uno de mis favoritos. Y es que cuando lo que cuentas es cautivador y además lo haces manteniendo un pulso narrativo consistente y apoyándote en unas imágenes cuidadas y estilosas, puedes hacer pasar al público un rato genial y entretenido; tenerlo absorto en la pantalla como pocos géneros lo hacen. Así que si se enfrentan a “The Dark Corner” ya saben: tendrán fotogramas respirando noir por todos sus costados. A mí me encanta….seguro que a ustedes también.