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Voto de Alfie:
6
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Western
La joven Jennifer coge la diligencia para reunirse con su novio Ben. Con ella viajan dos bandidos disfrazados de honorables caballeros, pero, en el momento oportuno, descubren sus intenciones: se apoderan del oro que transporta la diligencia y huyen con el botín, llevándose a Jennifer como rehén. (FILMAFFINITY)
6 de junio de 2009
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenido western de Walsh que afrontaba su última etapa como director en el género donde se sintió más cómodo y realizado. Western marcado por las venganzas personales y las secuelas de la Guerra Civil y que como siempre Walsh narra a la perfección a través de un argumento sencillo pero bastante sólido. Quizás se le puede achacar algún giro bastante poco creible pero que queda solapado por un ritmo argumental elevado y por una gran carga de acción. Para esto Walsh era un genio.
La historia, como he dicho antes, es sencilla: Jennifer (Donna Reed), una joven sureña, viaja hacia California para encontrarse con Ben (Rock Hudson), su prometido, y con el que va a casarse y comenzar una nueva vida en el rancho que éste tiene junto al Pacífico. Sin embargo se cruzarán con una banda de forajidos encabezados por el confederado Stayton (Carey) quien robará la diligencia y secuestrará a la chica emprendiendo un largo camino hacia tierras mexicanas. La persecución que llevarán a cabo Ben y Jess (Brand) (lugarteniente de Stayton y traicionado por él), uno en pos de Jennifer y otro en pos del botín, centrará el cortísimo metraje y servirá al director americano para recrearse en unos exteriores que sin duda alivian y adencetan lo que para mi es el gran problema de la película: el reparto coral.
Se hace patente desde el principio la poca fuerza de los protagonistas encabezados por un Hudson que ninguna o poca réplica da a la poderosa cámara de Walsh. Muy mal acompañado (incluso Marvin en uno de sus primeros papeles se disuelve como un azucarillo), solo un par de escenas sirven al espectador para calibrar el pulso entre "el bueno y el malo". Insluso esto es insuficiente para hacer patente el mensaje que quiere transmitir Walsh en la persona de Ben. La crítica al "no me interesa lo que es ajeno a mi, a lo que sucede más allá de mis dominios", pierde fuerza y queda como un arrebato final a destiempo y que deja la sensación personal de que Hudson estaba muy lejos de los grandes de la época.
Western con buenas intenciones, con buena fotografía y con una carga de acción que lo hacen, junto con su escasa duración, ameno y entretenido y que, como producto final, termina estando muy por encima de quienes lo protagonizan aunque muy por debajo de quien lo dirige. Un seis por el gusto por el género y por las buenas pretensiones de un director admirado hasta el infinito.
La historia, como he dicho antes, es sencilla: Jennifer (Donna Reed), una joven sureña, viaja hacia California para encontrarse con Ben (Rock Hudson), su prometido, y con el que va a casarse y comenzar una nueva vida en el rancho que éste tiene junto al Pacífico. Sin embargo se cruzarán con una banda de forajidos encabezados por el confederado Stayton (Carey) quien robará la diligencia y secuestrará a la chica emprendiendo un largo camino hacia tierras mexicanas. La persecución que llevarán a cabo Ben y Jess (Brand) (lugarteniente de Stayton y traicionado por él), uno en pos de Jennifer y otro en pos del botín, centrará el cortísimo metraje y servirá al director americano para recrearse en unos exteriores que sin duda alivian y adencetan lo que para mi es el gran problema de la película: el reparto coral.
Se hace patente desde el principio la poca fuerza de los protagonistas encabezados por un Hudson que ninguna o poca réplica da a la poderosa cámara de Walsh. Muy mal acompañado (incluso Marvin en uno de sus primeros papeles se disuelve como un azucarillo), solo un par de escenas sirven al espectador para calibrar el pulso entre "el bueno y el malo". Insluso esto es insuficiente para hacer patente el mensaje que quiere transmitir Walsh en la persona de Ben. La crítica al "no me interesa lo que es ajeno a mi, a lo que sucede más allá de mis dominios", pierde fuerza y queda como un arrebato final a destiempo y que deja la sensación personal de que Hudson estaba muy lejos de los grandes de la época.
Western con buenas intenciones, con buena fotografía y con una carga de acción que lo hacen, junto con su escasa duración, ameno y entretenido y que, como producto final, termina estando muy por encima de quienes lo protagonizan aunque muy por debajo de quien lo dirige. Un seis por el gusto por el género y por las buenas pretensiones de un director admirado hasta el infinito.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Quiero aclarar que la escena final supone una de las tremendas injusticias de la historia del western. Y es que Ben termina corriendo a abrazar a su prometida pero, ¿ese abrazo no se lo debería de dar a Jonash, ese indio que él solo prácticamente termina matando a toda la banda con su rifle y no solo eso, sino salvando en el útlimo momento la vida de Ben?. En fin cuando dicen que los directores clásicos siempre menospreciaron a los indios nativos americanos supongo que se refieren a esto: a no darle ni un plano final al pobre comanche, auténtico protagonista final y justiciero anónimo. Mi homenaje y recuerdo desde aquí.