Sí, claro que me llegó al alma la parte en que el hombre que tiene un hijo no es capaz de dispararle a su mujer, convertida en zombie. Es una escena muy bien lograda, pero que se diluye en esos largos 67 minutos y se queda como un hecho aislado.

Otro punto en contra es que no me parece creíble que un tío que acaba de salir de un coma, por muy poli que sea, se adapte tan pronto al hecho de que el mundo se ha convertido en una puta pesadilla. El tío está herido y le fallan las piernas, pero al día siguiente de ser rescatado ya está practicando cómo matar zombies apuntándoles directamente a la cabeza, y sin pestañear, oigan. Ni una maldita lágrima, ni un indicio de shock (excepto cuando acaba de salir del hospital) ante la mierda que tiene delante. Se pone su uniforme de sheriff, sombrero incluido, y p'alante. Ni siquiera les pregunta a sus anfitriones cómo empezó toda la historia de los zombies. Sólo hablan de largarse a Atlanta (siempre hay un sitio a donde ir, por supuesto) Más detalles, por favor. Y menos gilipollez, porque mira que coger un caballo para huir (sí, ya sé que es para ahorrar gasolina)... que por supuesto, acaba destripado ¿qué esperabas, capullo? Ay por favor.