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Voto de FJ García:
6
5,8
14.930
Drama
Narra los orígenes del líder militar francés y su rápido e imparable ascenso de oficial del ejército a emperador de Francia. La historia se ve a través de la lente de la relación adictiva y volátil de Napoleón Bonaparte con su esposa y único amor verdadero, Josefina. (FILMAFFINITY)
Estreno en Apple TV+: 1 de marzo 2024
Estreno en Apple TV+: 1 de marzo 2024
5 de diciembre de 2023
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ridley Scott ha hecho grandes clásicos, tanto históricos como de ciencia ficción.
Es un director excelente en escenas sueltas porque es capaz de conseguir gran verosimilitud en cuanto a ambientación. Los lugares por donde pasan sus personajes tienen siempre muchos detalles que los hacen parecer "vividos" y "vívidos", realistas, lo cual es una faena cuando te vas enterando de que sus épicas históricas muchas veces tienen poco de verdad. Sí, tal y como están grabadas sus películas, tienen tanto detalle que en el momento te "crees" que están altamente investigadas y que son fieles a la realidad, pero no siempre es así.
El caso es que en gran parte de su filmografía lo que le falla en mi opinión es el montaje, es decir, el orden y la relación entre las distintas escenas. También por eso tiene varios "montajes del director": Blade Runner por ejemplo todo el mundo está de acuerdo en que es un clásico, pero algunas de sus versiones son mejores que otras.
Su peor película en mi opinión es "Exodus: Dioses y Reyes", una adaptación del Éxodo. Habiéndome leído el Éxodo bíblico, habiendo visto "Los Diez Mandamientos", "El príncipe de Egipto", y la versión de Osamu Tezuka entre otros “retellings”, estoy tan familiarizado con esa historia que me pareció fascinante no poder enterarme de lo que estaba sucediendo a cada momento en "Exodus: Dioses y Reyes". Es una colección de escenas aleatoria y frustrante que no sabe lo que te quiere transmitir.
"Napoleón" me daba en la nariz que iba a ir un poco de ese palo. También había leído que se centraba mucho en la relación entre Napoleón y Josephine, y me parecía que esto era una lástima. Esta relación tiene su enjundia, pero no es el motivo principal por el que se conoce a este personaje histórico.
Se le conoce por ser un gran líder militar que ayudó a liberar a su pueblo y después lo traicionó autoproclamándose emperador y déspota. Se le conoce por el Código Napoleónico, por su paso por los Alpes, su brillante batalla en Austerlitz, su espectacularmente fallida campaña de Rusia que daría para su propia película y que no entiendo por qué no hay una peli solo de eso, por su exilio en la isla de Elba, su huida de la misma y finalmente su legendaria derrota en Waterloo contra el Duque de Wellington, culminando en su segundo y definitivo exilio, esta vez en la isla de Santa Helena perdida en medio del océano.
En definitiva se le conoce por ser un líder carismático que alimentó su propia leyenda.
Pero la presente película le muestra como un patán que pasaba por allí, que tuvo mucha suerte y que era un quejica, un crecido niño de mamá.
Ojo, esto como premisa no me parece mal, ya que una adaptación de la vida de Napoleón puede si lo desea tratar de demostrar esto como una tesis, pero para ello también debería utilizar parte de su metraje en mostrarnos el motivo por el que estamos hablando de él a día de hoy, el por qué es una leyenda. Si solo te quedas en su representación como un patético niño de mamá, te quedas en nada. Y este es uno de los principales problemas de esta adaptación.
Podríamos decir que tiene tres actos: El primero hasta que se corona emperador, el segundo hasta su destierro en Elba y el tercero su regreso.
El primero es muy prometedor. Empieza con la decapitación en la guillotina de Maria Antonieta en la que está presente Napoleón, grabada de una forma muy visceral. En la realidad no estuvo Napoleón presente, pero se le perdona porque es parte del drama ficcionado. Por otra parte la condenada aparece con el pelo largo, cuando en la realidad se lo cortaron como a todos a quienes iban a guillotinar. Esto también se lo perdonaría a la peli en favor del drama, pero me pierde cuando luego aparece Josephine, una de las supervivientes de los años del terror a la que finalmente no han ahorcado, y a ella sí que le han cortado el pelo.
A este tipo de cosas es a las que me refiero cuando digo que Ridley Scott es un buen director de escenas sueltas, pero que le falla el montaje entre ellas, la "conversación" que tiene que tener una escena con otra para que la película final sea un "todo" completo y coherente, y no una simple colección de secuencias inconexas. Ver a Josephine con el pelo corto hubiera tenido más relevancia y habría resonado mejor si hubiéramos visto antes a Maria Antonieta también con el pelo corto.
La segunda gran secuencia que aparece en el primer acto, y que es mi escena favorita de la película, es el asalto a Toulon. Concretamente me ha flipado cuando le lanzan un cañonazo al caballo. En todo mi periplo como fan del terror y el gore creo que no había visto algo así, y me ha encantado. Máxime cuando a la mañana siguiente se agacha para recoger la bala de cañón de dentro del cadáver del animal y se la da a su hermano para que la envíe a su madre.
Pero a partir de que empezamos con el romance de Josephine la película me pierde. Los actores son buenos y tienen química, pero están fatal escritos. Los diálogos son algo que falla durante todo el metraje, porque son muy escasos, un par de frases por escena que no aportan nada. No consiguen que me crea la relación entre estos dos porque no me da la sensación de que realmente se conozcan. No entiendes, al menos en esta peli, por qué Josephine es infiel y por qué sin embargo se muere por volver con Napoleón, ni por qué están obsesionados el uno con el otro.
Y a partir de que le proponen un triunvirato y le nombran emperador, todo se convierte en una serie de escenas inconexas de política, de batallas y de Josephine.
La batalla de Austerliz que tanto me llamó la atención en el tráiler está muy bien grabada, con los soldados ahogándose bajo el hielo, pero no funciona porque los personajes que se están muriendo son todo extras que te dan igual. Nos falta que nos importen los soldados del bando enemigo para que la escena tenga un mínimo de impacto.
Es un director excelente en escenas sueltas porque es capaz de conseguir gran verosimilitud en cuanto a ambientación. Los lugares por donde pasan sus personajes tienen siempre muchos detalles que los hacen parecer "vividos" y "vívidos", realistas, lo cual es una faena cuando te vas enterando de que sus épicas históricas muchas veces tienen poco de verdad. Sí, tal y como están grabadas sus películas, tienen tanto detalle que en el momento te "crees" que están altamente investigadas y que son fieles a la realidad, pero no siempre es así.
El caso es que en gran parte de su filmografía lo que le falla en mi opinión es el montaje, es decir, el orden y la relación entre las distintas escenas. También por eso tiene varios "montajes del director": Blade Runner por ejemplo todo el mundo está de acuerdo en que es un clásico, pero algunas de sus versiones son mejores que otras.
Su peor película en mi opinión es "Exodus: Dioses y Reyes", una adaptación del Éxodo. Habiéndome leído el Éxodo bíblico, habiendo visto "Los Diez Mandamientos", "El príncipe de Egipto", y la versión de Osamu Tezuka entre otros “retellings”, estoy tan familiarizado con esa historia que me pareció fascinante no poder enterarme de lo que estaba sucediendo a cada momento en "Exodus: Dioses y Reyes". Es una colección de escenas aleatoria y frustrante que no sabe lo que te quiere transmitir.
"Napoleón" me daba en la nariz que iba a ir un poco de ese palo. También había leído que se centraba mucho en la relación entre Napoleón y Josephine, y me parecía que esto era una lástima. Esta relación tiene su enjundia, pero no es el motivo principal por el que se conoce a este personaje histórico.
Se le conoce por ser un gran líder militar que ayudó a liberar a su pueblo y después lo traicionó autoproclamándose emperador y déspota. Se le conoce por el Código Napoleónico, por su paso por los Alpes, su brillante batalla en Austerlitz, su espectacularmente fallida campaña de Rusia que daría para su propia película y que no entiendo por qué no hay una peli solo de eso, por su exilio en la isla de Elba, su huida de la misma y finalmente su legendaria derrota en Waterloo contra el Duque de Wellington, culminando en su segundo y definitivo exilio, esta vez en la isla de Santa Helena perdida en medio del océano.
En definitiva se le conoce por ser un líder carismático que alimentó su propia leyenda.
Pero la presente película le muestra como un patán que pasaba por allí, que tuvo mucha suerte y que era un quejica, un crecido niño de mamá.
Ojo, esto como premisa no me parece mal, ya que una adaptación de la vida de Napoleón puede si lo desea tratar de demostrar esto como una tesis, pero para ello también debería utilizar parte de su metraje en mostrarnos el motivo por el que estamos hablando de él a día de hoy, el por qué es una leyenda. Si solo te quedas en su representación como un patético niño de mamá, te quedas en nada. Y este es uno de los principales problemas de esta adaptación.
Podríamos decir que tiene tres actos: El primero hasta que se corona emperador, el segundo hasta su destierro en Elba y el tercero su regreso.
El primero es muy prometedor. Empieza con la decapitación en la guillotina de Maria Antonieta en la que está presente Napoleón, grabada de una forma muy visceral. En la realidad no estuvo Napoleón presente, pero se le perdona porque es parte del drama ficcionado. Por otra parte la condenada aparece con el pelo largo, cuando en la realidad se lo cortaron como a todos a quienes iban a guillotinar. Esto también se lo perdonaría a la peli en favor del drama, pero me pierde cuando luego aparece Josephine, una de las supervivientes de los años del terror a la que finalmente no han ahorcado, y a ella sí que le han cortado el pelo.
A este tipo de cosas es a las que me refiero cuando digo que Ridley Scott es un buen director de escenas sueltas, pero que le falla el montaje entre ellas, la "conversación" que tiene que tener una escena con otra para que la película final sea un "todo" completo y coherente, y no una simple colección de secuencias inconexas. Ver a Josephine con el pelo corto hubiera tenido más relevancia y habría resonado mejor si hubiéramos visto antes a Maria Antonieta también con el pelo corto.
La segunda gran secuencia que aparece en el primer acto, y que es mi escena favorita de la película, es el asalto a Toulon. Concretamente me ha flipado cuando le lanzan un cañonazo al caballo. En todo mi periplo como fan del terror y el gore creo que no había visto algo así, y me ha encantado. Máxime cuando a la mañana siguiente se agacha para recoger la bala de cañón de dentro del cadáver del animal y se la da a su hermano para que la envíe a su madre.
Pero a partir de que empezamos con el romance de Josephine la película me pierde. Los actores son buenos y tienen química, pero están fatal escritos. Los diálogos son algo que falla durante todo el metraje, porque son muy escasos, un par de frases por escena que no aportan nada. No consiguen que me crea la relación entre estos dos porque no me da la sensación de que realmente se conozcan. No entiendes, al menos en esta peli, por qué Josephine es infiel y por qué sin embargo se muere por volver con Napoleón, ni por qué están obsesionados el uno con el otro.
Y a partir de que le proponen un triunvirato y le nombran emperador, todo se convierte en una serie de escenas inconexas de política, de batallas y de Josephine.
La batalla de Austerliz que tanto me llamó la atención en el tráiler está muy bien grabada, con los soldados ahogándose bajo el hielo, pero no funciona porque los personajes que se están muriendo son todo extras que te dan igual. Nos falta que nos importen los soldados del bando enemigo para que la escena tenga un mínimo de impacto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La campaña de Rusia es la mayor decepción de esta adaptación. Como he dicho antes, esta campaña daría para una peli en sí misma al estilo de la excelente serie “The Terror” (2018), sobre todo el regreso de los soldados desde Moscú y el infierno que supuso para ellos, pero esta película lo resume mucho y lo deja todo en un par de escenas. Además, inmediatamente después le mandan a la isla de Elba, explicando que el fracaso de Rusia fue el motivo directo del exilio, cuando ni fue así ni sucedió una cosa de forma tan inmediata a la anterior.
El regreso desde Elba y todo lo que rodea a la batalla de Waterloo vuelve a recuperar un poco de interés, porque nos presentan al duque de Wellington, que me ha gustado cómo lo interpreta Rupert Everett: Ferozmente inglés. Los ingleses son los más realistas de esta película porque son los únicos que hablan en su lengua y su acento natal, mientras que los franceses y los rusos hablan constantemente también en inglés, al ser ésta una película americana.
Y la batalla no está mal porque es la única, aparte de Toulon, en la que vemos a Napoleón participando activamente de la refriega espada en mano en lugar de esconderse tras sus soldados. Por supuesto, se queda a años luz de la recreación de la película de 1970.
Por cierto, tanto en “Waterloo” (1970) como en “Napoleón” (2023) está la escena donde tras su regreso de Elba se gana el favor de los soldados que han venido a apresarle y se los trae a su bando. Ambas versiones de la escena son en realidad muy parecidas, pero la de los 70 te la crees más porque es la versión carismática de “leyenda” de su protagonista; en la versión de 2023 no hemos visto hasta entonces (en las dos horas previas a la escena) nada que nos haga sospechar que los soldados se preocupan por su general y le respetan, dando la impresión de que tanta reverencia sencillamente no viene a cuento.
Justo al final, tras la muerte del protagonista, hay una cartela informándonos de la cantidad de gente que murió en sus batallas, dejando claro cuál es la tesis: Napoleón fue un dictador, que además de quejica y calenturiento fue responsable de un montón de muertes.
De acuerdo, pero lo dicho, esto sería más poderoso si la cinta se molestara en mostrarnos también un poquito de lo que le convirtió en leyenda.
Dos horas y media se quedan cortas para cubrir toda la vida de Napoléon. Se dice que va a haber una versión del director de más de cuatro horas (¡Yujú!) pero que los añadidos van a ser principalmente más escenas de Josephine (¡Ouch!). Lo dicho, la vida de este personaje debería estar centrada más en su carrera militar y menos en su vida privada.
Lamentablemente en este caso me he encontrado lo que me esperaba, sin más, lo que no quiere decir que no haya pasado un buen rato en ocasiones, disfrutando de una película moderna con batallas repletas de extras, cuando el cine actual suele tener más CGI de lo que tiene esta peli, que lo tiene, pero pasa más desapercibido. Aún me entran sudores cuando pienso en los inexcusables cocodrilos digitales de “Exodus: Dioses y Reyes”.
Igualmente hay que celebrarlo: Ridley Scott, una leyenda del Cine que a sus 85 años sigue estrenando películas. Es el cuarto cineasta legendario que en 2023 ha estrenado una película cuando a su edad normalmente uno ya se ha retirado, siendo los otros tres Hayao Miyazaki (“El chico y la garza”), Victor Erice (“Cerrar los ojos”) y Martin Scorsese (“Los asesinos de la Luna”). Este año está siendo mágico ya solo por eso.
Al salir del cine mi padre me preguntó: “¿Qué te ha parecido este Napoleón comparado con el de Abel Gance?”.
Y yo en plan: “¿Quién es Abel Gance?”.
Así que ésto también se lo tengo que agradecer a Ridley Scott: Me ha descubierto indirectamente el “Napoleón” de Abel Gance de 1927, la cual después de verla en tres sentadas me ha fascinado y se ha convertido en una de mis nuevas películas favoritas. Nos vemos en la crítica de ella.
El regreso desde Elba y todo lo que rodea a la batalla de Waterloo vuelve a recuperar un poco de interés, porque nos presentan al duque de Wellington, que me ha gustado cómo lo interpreta Rupert Everett: Ferozmente inglés. Los ingleses son los más realistas de esta película porque son los únicos que hablan en su lengua y su acento natal, mientras que los franceses y los rusos hablan constantemente también en inglés, al ser ésta una película americana.
Y la batalla no está mal porque es la única, aparte de Toulon, en la que vemos a Napoleón participando activamente de la refriega espada en mano en lugar de esconderse tras sus soldados. Por supuesto, se queda a años luz de la recreación de la película de 1970.
Por cierto, tanto en “Waterloo” (1970) como en “Napoleón” (2023) está la escena donde tras su regreso de Elba se gana el favor de los soldados que han venido a apresarle y se los trae a su bando. Ambas versiones de la escena son en realidad muy parecidas, pero la de los 70 te la crees más porque es la versión carismática de “leyenda” de su protagonista; en la versión de 2023 no hemos visto hasta entonces (en las dos horas previas a la escena) nada que nos haga sospechar que los soldados se preocupan por su general y le respetan, dando la impresión de que tanta reverencia sencillamente no viene a cuento.
Justo al final, tras la muerte del protagonista, hay una cartela informándonos de la cantidad de gente que murió en sus batallas, dejando claro cuál es la tesis: Napoleón fue un dictador, que además de quejica y calenturiento fue responsable de un montón de muertes.
De acuerdo, pero lo dicho, esto sería más poderoso si la cinta se molestara en mostrarnos también un poquito de lo que le convirtió en leyenda.
Dos horas y media se quedan cortas para cubrir toda la vida de Napoléon. Se dice que va a haber una versión del director de más de cuatro horas (¡Yujú!) pero que los añadidos van a ser principalmente más escenas de Josephine (¡Ouch!). Lo dicho, la vida de este personaje debería estar centrada más en su carrera militar y menos en su vida privada.
Lamentablemente en este caso me he encontrado lo que me esperaba, sin más, lo que no quiere decir que no haya pasado un buen rato en ocasiones, disfrutando de una película moderna con batallas repletas de extras, cuando el cine actual suele tener más CGI de lo que tiene esta peli, que lo tiene, pero pasa más desapercibido. Aún me entran sudores cuando pienso en los inexcusables cocodrilos digitales de “Exodus: Dioses y Reyes”.
Igualmente hay que celebrarlo: Ridley Scott, una leyenda del Cine que a sus 85 años sigue estrenando películas. Es el cuarto cineasta legendario que en 2023 ha estrenado una película cuando a su edad normalmente uno ya se ha retirado, siendo los otros tres Hayao Miyazaki (“El chico y la garza”), Victor Erice (“Cerrar los ojos”) y Martin Scorsese (“Los asesinos de la Luna”). Este año está siendo mágico ya solo por eso.
Al salir del cine mi padre me preguntó: “¿Qué te ha parecido este Napoleón comparado con el de Abel Gance?”.
Y yo en plan: “¿Quién es Abel Gance?”.
Así que ésto también se lo tengo que agradecer a Ridley Scott: Me ha descubierto indirectamente el “Napoleón” de Abel Gance de 1927, la cual después de verla en tres sentadas me ha fascinado y se ha convertido en una de mis nuevas películas favoritas. Nos vemos en la crítica de ella.