La peripecia de un veterano boxeador negro (Ivan Dixon) con todo en su contra, y un niño, vecino suyo, que consigue hacer realidad todo lo que desea, da pie a un episodio interpretado por actores afroamericanos, todo un logro para una serie de TV estadounidense de esos años. Los elementos melodramáticos lastran un poco este cuento moral sobre las segundas oportunidades, el éxito, el fracaso y la dignidad personal, que, a veces, parece casi una versión televisiva de la película española "Mi tío Jacinto" (1956), de Ladislao Vajda, pero cambiando los toros por el boxeo.