"Memoria", uno de los muchos films malditos del cine español, es posiblemente uno de los largometrajes más extraños y desconcertantes de toda la Historia de nuestro cine. Producido en 1974 (según los créditos finales), se pasó por el Festival Internacional de cine de ciencia-ficción de Trieste, Italia, en 1976, y no se estrenó en España hasta 1978, según IMDb; hay que tener en cuenta que su director, el barcelonés Francisco Macián Blasco, había fallecido en 1976, por lo que se trató de su último trabajo para el cine, en cierto modo su testamento.

Resulta muy fácil despachar este film diciendo que es una cosa aburrida y sin sentido. Sí se le puede achacar tal vez que tiene demasiadas pretensiones, que es un film experimental que se deja llevar por un esteticismo ajeno a cualquier tipo de narración cinematográfica, que es demasiado lento...Pero vayamos por partes. Por un lado está la falta de experiencia de Macián en la realización de cine de imágenes reales. No se puede negar, por otro lado, la osadía del conjunto y especialmente el alarde que suponía el personaje de Fernando Sancho, actor que aquí no sólo está muy lejos del histrionismo habitual sino que aparece teñido de rubio y, encima, está completamente desnudo en algunas escenas.

En un nivel hay que hablar de la narración centrada en la ciencia-ficción. Macián lleva el género por derroteros habituales en los últimos años del franquismo: ambiente internacional, nombres anglosajones, escenarios asépticos y futuristas, un poco como en "Una gota de sangre para morir amando" (1973), de Eloy de La Iglesia, obra que se relaciona con ésta en cuanto al binomio entre sexo y destrucción. En otro nivel están las escenas más locas o más poéticas, que forman una especie de rompecabezas: los monjes que van en procesión, las sensuales escenas de sexo, los homosexuales del yate, el bosque, la niña de la playa...

Estos dos niveles, el más narrativo y explicativo, y por otro lado el más poético y críptico, están unidos por un montaje que alterna la imagen real y la imagen animada por el sistema M-Tecnofantasy, creado por Macián; un sistema de animación que distorsiona las figuras y los fondos hacia una especie de "psicodelia" visual y que seguramente a muchos les parecerá hoy muy anticuado, pero que no deja de ser fascinante. La cuestión de la transferencia de recuerdos también es fascinante; lástima que Macián no tratase este tema de un modo más convincente.

En todo caso, si su anterior largometraje, "El mago de los sueños" (1966) era un perfecto ejemplo de animación para niños, "Memoria" es un perfecto ejemplo de animación para adultos. Si fuera una película estadounidense o británica, seguramente sería considerada una obra de culto; como no lo es, ha sido ignorada y olvidada durante décadas.