Tengo dos colegas que son bastante majetes excepto cuando se juntan. Entonces se ponen pesados y no paran de criticarme, de meterse conmigo, de tratarme como un subnormal porque no me gusta aullar cada vez que pasa una tia a nuestro lado o me parece de mal gusto soltarme cuescos en público. Eso, por supuesto, no quiere decir que no sean buena gente. Es sólo que, como les decía Don Antonio en el instituto: "Mejor que no os sentéis juntos".
Algo parecido ha pasado con el Sr. Spielberg y el Sr. Bay.
De hecho, sospecho que han sido precisamente el Culebras y el Luterio quienes han escrito y dirigido esta película, o lo que quiera que sea esto. Racionalmente, es la opción más lógica. ¿Cómo explicar si no semejante despropósito de historia? ¿De dónde, si no, iba a venir ese garrulismo cada vez que aparece Megan Fox en pantalla? ¿A quién, si no a ellos, se iba a deber semejante avalancha de tópicos y sal gorda? Sin duda, pronto Spielberg y Bay harán un comunicado excusándose y explicando quién o qué les suplantó.
En cuanto a la "cosa", es complicado quedarse con el aspecto más bochornoso. Quizás los gemelos macarras –con diente de oro incluido, flipa- que se pasan toda la peli haciendo el imbécil. O el supervillano con barba. O el robot-abuelo con bastón que se tira pedos. De la historia, la verdad, como no me enteré de qué iba la cosa, tampoco puedo decir mucho. Por lo visto unos robots se peleaban con los hombres de las cavernas y luego quieren destruir el mundo y los militares son estupendos porque son americanos.
Pura zurraspa, para el que lo prefiera en titulares.
El reparto, pues te lo puedes imaginar. LaBuf hace de tonto graciosillo, John Turturro aún anda debajo de las pelotas del robot ese buscando su dignidad y Megan Fox interpreta muy bien su papel de culo parlante con tetas.

A propósito de Megan Fox y de actrices de méritos semejantes: hoy he leído una noticia que me ha producido pena y alegría. Se trata de que la industria del porno se ha rebelado contra la piratería. Una chica, de cuyo nombre no me acuerdo pero cuyos pezones estaban cubiertos por sendas pegatinas, decide hacer un alegato en favor de su gremio y declara que cada vez que alguien maltrata a un animal o piratea una película suya... se pone muy triste.
Da que pensar.
Supongo que ese es el tipo de gente al que va dirigida Transformers 2.

Total, que es un insulto para el sentido común y las Naciones Unidas deberían de tomar medidas contra estos incidentes. Sugiero que le encarguen el trabajito al Culebras y al Luterio...